"Viene, la Befana viene de una tierra muy lejana, tan lejana que no hay... ¿Sabes quién es la Befana? ...". El escritor y poeta Gianni Rodari pregunta esto al comienzo de una hermosa canción infantil dedicada a la Befana. Y es demasiado fácil dar una imagen a esta simpática anciana que puebla los sueños de tantos niños cada año en la noche del 5 al 6 de enero. Ahí está. Montado en una escoba, gorra y zapatos puntiagudos, cruza el azul de la noche lleno de juguetes, dulces y calcetines para dejar debajo de la chimenea para cada niño. Llenos, los calcetines, de dulces y/o carbón. Esto es lo que la tradición quisiera. Pero parece que al final siempre ganan los dulces y que, al fin y al cabo, el famoso calcetín contiene solo unos pocos carbones.
Muerte y renacimiento de la naturaleza en los antiguos ritos rurales recordados en la noche de la Befana
La Befana, bella imagen entera y exclusivamente italiana, tiene orígenes muy antiguos ligada a tradiciones rurales lejanas. Querían identificar la muerte y el renacimiento de la naturaleza en estos días del año. Según ritos paganos ya en época romana, en efecto, se creía que misteriosas figuras femeninas (que probablemente se referían a la diosa Diana) se utilizaban, en esta época del año, para sobrevolar los campos para liberarlos de los residuos de la cosechas pasadas y propiciar las cosechas futuras. Incluso hoy recordamos que la Befana "toda la fiesta se lleva. En efecto, es cierto que el día dedicado a la simpática anciana cierra una concentración de días festivos y en cierto sentido introduce una nueva temporada.. Precisamente en esta perspectiva podemos identificar aún vivas, aunque con una lectura más actual, aquellas lejanas tradiciones rurales de cerrar lo viejo para abrir las puertas a lo nuevo.
Tradiciones que todavía están presentes, por ejemplo, en todo el noreste de Italia. Donde en la noche de la Befana siempre se han encendido grandes hogueras que, según las localidades, toman diferentes nombres. Pan e vin, Berolòn (en Véneto la Befana también se llama Beròla), la vecia, la Pìrola, la Casera, la Vecchione, la Foghèra… Son grandes hogueras que queman montones de leña y ramas. A veces con un títere encima que de algún modo significa lo viejo (en un sentido amplio) que hay que quemar para dejar sitio a lo nuevo.
"Chispas al oeste mazorcas nada, chispas al este muchas mazorcas"
En la tradición popular, la dirección que toman las chispas empujadas por el viento indica si el año que acaba de comenzar será propicio y afortunado. "Faville al oeste - recita una de las canciones infantiles más conocidas - sin mazorcas, chispas en el este, muchas mazorcas". En este antiguo pero aún vigente rito de purificación y propiciatorio, todos los años -no este y el año pasado por la pandemia- participan adultos y niños. Comer la pinza (postre típico elaborado con una mezcla de harina de trigo tierno y maíz enriquecida con azúcar y frutos secos) y beber un vino caliente aromático.
"La Befana... con el vestido romano"
No podemos hablar de Befana en el centro de Italia sin mencionar la gran tradición romana. En Roma, la figura de la Befana ya era muy popular en el siglo XIX. En ese momento, la simpática anciana "aterrizó" en Piazza Sant'Eustachio, no lejos de Piazza Navona. Hoy, pero desde hace más de un siglo, el famoso mercado de Plaza Navona es el punto de referencia para jóvenes y mayores. Compras dulces, juguetes, objetos especiales, en un triunfo de alegría que contagia a todo aquel que participa en este ritual colectivo. Que este año, sobra decirlo, como ya en 2021 se saltará por culpa de la pandemia. Esta "paternidad" romana de la Befana también es bien recordada en una de sus canciones infantiles más famosas: "La Befana viene de noche con los zapatos todos rotos con el vestido (o sombrero, ed) a la romana, viva la Befana.
Huérfano de la mayoría de los actos dedicados a la Befana también el sur de nuestra península. Donde una vez más este año tendrá que contentarse con degustar los dulces típicos, cartellate en Puglia, stuffoli y la primera pastiera del año en Campania, esperando a la anciana, a horcajadas sobre su escoba, para volver a ser vista como protagonista de muchos actos y manifestaciones. pero serán los belenes tradicionales y muy italianos para devolvernos el estilo religioso de esta fiesta. Entre leyenda y relato bíblico, el día de la Befana coincide con la llegada de los Reyes Magos a Belén. Hay que la Befana trae ofrendas, así como oro, incienso y mirra fueron las ofrendas de los tres Reyes Magos al Niño Jesús. Y es la propia etimología de la palabra Befana la que recuerda la de la palabra griega Epifanía, nombre de la fiesta religiosa que nos recuerda cuando Dios, a través del Niño Jesús, manifestó su divinidad a los Reyes Magos. Que la Iglesia occidental, según el calendario gregoriano, ha fijado precisamente el 6 de enero.
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