Calcata, en la provincia de Viterbo, es un pequeño pueblo medieval situado sobre un acantilado de toba que domina el valle de Treja. Esta encantadora ciudad, conocida por su belleza escénica, está impregnada de un aura de misterio y magia, alimentada por las leyendas que la rodean, particularmente las relacionadas con las brujas. Después de la Primera Guerra Mundial, el pueblo permaneció deshabitado hasta los años 60 debido a la aparición de numerosos deslizamientos de tierra. Así permaneció hasta que un grupo de artistas hippies decidieron instalarse allí.
Viaje en el tiempo
Calcata tiene una historia que se remonta a la antigüedad, con vestigios de asentamientos que se pierden en la época etrusca. El pueblo, con sus estrechas calles adoquinadas y sus casas de piedra, parece transportar a los visitantes a una época pasada. La arquitectura medieval está bien conservada, con rasgos típicos de los pueblos de Tuscia. Situado a sólo 50 km de Roma, Calcata es un destino ideal para quienes buscan un escape inmediato del frenesí de la capital.
Las brujas de Calcata
Las brujas son un elemento fundacional de la tradición popular de Calcata, que ha inspirado cuentos y leyendas transmitidas a lo largo del tiempo. Se dice que el pueblo alguna vez fue refugio de mujeres desafortunadas, asociado con poderes misteriosos y prácticas mágicas. Estas mujeres, a menudo ignoradas por la sociedad debido a sus peculiaridades, se reunían para practicar rituales antiguos, afirmando ser capaces de comunicarse con las fuerzas de la naturaleza y aprovechar la sabiduría ancestral.
Las leyendas dicen que las brujas de Calcata tenían la capacidad de curar enfermedades, predecir el futuro e incluso transformarse en animales. Algunas historias hablan de rituales nocturnos, danzas alrededor de fuegos sagrados e invocaciones a deidades antiguas. A lo largo de los siglos, estos cuentos han contribuido a crear una imagen romántica y fascinante del pueblo, atrayendo el interés de turistas y estudiosos del folclore. Aún hoy, en los días de viento, por las calles del pueblo se oía el canto de las brujas.
Centro de arte y cultura.
Hoy en día, Calcata también es conocida como un centro de arte y cultura. En la década de 60, el pueblo experimentó un importante renacimiento, cuando artistas e intelectuales comenzaron a instalarse aquí, atraídos por su belleza y su halo de misterio. Han comenzado a surgir galerías de arte, talleres de artesanía y eventos culturales, convirtiendo a Calcata en un punto de referencia para los amantes de la creatividad. Las brujas, aunque forman parte de un pasado mítico, siguen siendo evocadas en los eventos culturales del pueblo. Los festivales y eventos dedicados a la magia y el folclore local atraen a visitantes curiosos, deseosos de conocer las historias antiguas que aún se respiran en sus piedras.
Experiencia única
Calcata es mucho más que un simple pueblo medieval. Con su rica historia y leyendas, ofrece una experiencia única a quienes la visitan. Paseando por sus calles, entre casas de piedra y vistas impresionantes, se tiene la sensación de formar parte de una historia viva, formada por mitos y realidad. Ya sea un paseo en medio de la naturaleza o una visita a una galería de arte, Calcata sigue siendo un lugar encantado, donde el pasado y el presente se encuentran, envueltos en un velo de magia.
(Foto: Calcata Borgo Medievale; Municipio de Calcata Informa, Páginas de Facebook)
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