Realmente extraordinario el arca de cristal aterrizó en la isla de San Giorgio Maggiore en Venecia, en la cuidada y refinada sede de Le Stanze del Vetro. Rico en todas las especies animales para casi envidiar al más famoso de Noé. Pero también rico en arte, imaginación, colores, formas, bajo el único denominador de un material, el vidrio. No cualquier vidrio, sino ese vidrio que sale de los hornos de la isla desde la antigüedad Murano y que los maestros del vidrio han sabido modelar declinándolo en innumerables y singulares formas y estilos.
En el siglo XX, desde principios de siglo, la atención de los diseñadores y artistas que trabajan en el horno se ha centrado no solo en murrinos, candelabros, jarrones, copas sino también en pequeñas y menos pequeñas esculturas de vidrio que reproducen un bestiario original. Inicialmente concebido principalmente como un souvenir, revisitado hoy por la crítica de arte, y no solo, que reconoce en estos objetos uno de los aspectos de la gran producción artística de Murano.
La colección y la exposición son el resultado de la particular pasión de Pierre Rosenberg por los animales de cristal de Murano.
Este particular valor artístico ya había sido intuido por coleccionista Pierre Rosenberg, director histórico de la Museo del Louvre de París, que en tiempos en que este tipo de producción de vidrio se pensaba casi como una especie de diversión en el horno, había desarrollado una pasión particular por los animales de vidrio. Pasión que le llevó a crear, en treinta años de visitas venecianas, una colección tan vasta como original.. La exposición El arca de cristal. Colección de animales de Pierre Rosenberg lo explica parcial pero totalmente con 750 piezas en exhibición. Desde un candelabro original que parece un pulpo hasta pequeñas hormigas e insectos diminutos hechos con la técnica del lampwork a gran escala. Pasando por elefantes y perros, hipopótamos y gatos, jirafas, mamuts, osos y loros, tortugas, zorros, y luego muchos peces y animales marinos porque en Murano, y en Venecia, ciertamente no podían faltar.
Las interpretaciones de los diversos temas animales que Pierre Rosenberg ha elegido de vez en cuando no solo por la fama del horno de origen o por el artista que firmó el objeto de vidrio son infinitas y muy a menudo cautivadoras. Pero también siguiendo su particular gusto personal, sin perjuicio deatención a la calidad técnica y artística de cada pequeña y gran escultura. No podían faltar los característicos animales de cristal pulegoso que creó en los años treinta Napoleón Martinuzzi, o las aves de tina lundgren o azúcares toni, todo hecho para Venini. Así como las rayas de cebra de Barovier y Toso y los acuarios de Alfredo Barbini. Pero la colección, y la exposición, también ofrece una amplia muestra de cristalería menos conocida e igualmente interesante por lo que representa la experimentación técnica y formal del Murano del siglo XX.
Un montaje singular y adecuado para la exposición del Arca de cristal que ha aterrizado en Venecia hasta el 1 de agosto
Un capítulo aparte merece la instalación, comisariada por Denise Carnini y Francesca Pedrotti, jóvenes escenógrafos que se han prestado a hablar de este zoo de cristal. Lo que se sale un poco de las tradicionales exposiciones que Le Stanze del Vetro ha propuesto en los últimos años. Fuera de la caja porque el bestiario de Pierre Rosenberg, de habitación en habitación, está contextualizado por los sonidos de la jungla, el canto de los pájaros, el sonido sordo de las olas del mar. Y es un llamado y hablar entre nosotros, de un área a otra, de este fauna de vidrio que dialoga con los visitantes. Involucrarlos con sonidos y escenarios creados ad hoc para cada tipo diferente de especie animal. Invitarlos a detenerse y admirar la belleza de tantos objetos de valor intrínseco en sí mismos. Y del valor que deriva de ser, juntos, protagonistas de esta exposición y de esta colección.
El arca de cristal. Las colecciones de animales de Pierre Rosenberg estarán abiertas hasta el 1 de agosto. También se puede visitar digitalmente gracias al nuevo recorrido virtual en 3D accesible, tanto desde el escritorio como desde el móvil, conectándose al sitio. www.lestanzedelvetro.org. La exposición está comisariada por Giordana Naccari y Cristina Beltrami. Se acompaña de un catálogo, editado por Skira, que se abre con una entrevista muy reveladora del espíritu del coleccionista. Para continuar con algunas reflexiones de los comisarios, de Jean-Luc Olivié, comisario del Musée des Arts Décoratifs de París, y de Rosa Barovier Mentasti.
(crédito de ph: Enrico Fiorese para Le Stanze del Vetro)
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