Isola Santa, un lugar que parece sacado de un cuento de hadas, también es conocida como el "Pueblo de las Hadas". Escondido entre las verdes colinas de Garfagnana, en Toscana, se encuentra en la provincia de Lucca. Es un verdadero tesoro escondido, capaz de encantar al visitante con su belleza natural, su historia y su misterio.
Desde la Edad Media hasta nuestros días
El pequeño pueblo de Isola Santa se remonta a la Edad Media. Se asienta sobre las ruinas de lo que probablemente fue un antiguo hospicio, lugar de parada de muchos viajeros y peregrinos que cruzaban los Alpes Apuanos. Con el tiempo, el país ha experimentado cambios estructurales masivos.
En 1948, la construcción de una presa para explotar la energía hidroeléctrica provocó el sumergimiento de parte del pueblo más antiguo. Desde entonces, cada diez años, con el vaciado de la presa, resurgen los antiguos edificios que permanecían bajo el agua, como el Molino Mosceta y el puente arqueado que cruzaba el arroyo. El lugar ha seguido manteniendo inalterado su encanto y, como por arte de magia, las hadas que, según la leyenda, lo habitan, habrían susurrado palabras secretas a cualquiera que pasara por allí.
Así fue que los antiguos habitantes quisieron devolverle la vida a parte de aquella belleza. Lo hicieron en el año 2000, construyendo a orillas del lago. La aldea se ha transformado en un gran hotel. Vale la pena visitar es el iglesia de san jacopo, ahora desconsagrada, que domina el lago.
Las leyendas
El sobrenombre de "Borgo delle Hadas" deriva de las numerosas leyendas locales que hablan de criaturas mágicas que habitan en los bosques circundantes. Los habitantes de Isola Santa cuentan historias de hadas y espíritus de la naturaleza que ayudan a los viajeros y protegen el pueblo del peligro. Estas tradiciones son una parte integral de la cultura local y contribuyen a crear una atmósfera de misterio y asombro.
Bellezas naturalistas
Isola Santa está rodeada de naturaleza virgen, lo que la convierte en un lugar perfecto para los amantes del trekking y las actividades al aire libre. Los caminos que parten del pueblo discurren entre bosques de castaños y hayas, ofreciendo espectaculares vistas de las montañas circundantes. El lago, de aguas cristalinas, es un lugar ideal para relajantes paseos y picnics familiares.
Cada año, Isola Santa atrae a visitantes de toda Italia y del mundo, en busca de tranquilidad y belleza. Con su encanto y encanto, Isola Santa es verdaderamente un pueblo de hadas, donde el tiempo parece haberse detenido y la naturaleza reina. Es un destino ideal para aquellos que quieren redescubrir la auténtica belleza de la Toscana, lejos de los lugares turísticos más concurridos.
(Foto: Isola Santa, Toscana, Italia, página de Facebook)
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