Bossolasco, en la provincia de Cuneo, es conocida como "la tierra de las rosas". El pueblo, que tiene menos de mil habitantes, forma parte delAlta Langa. Su centro histórico está adornado con rosas de diferentes variedades y colores que, especialmente desde finales de mayo hasta finales de junio, dan una exuberante floración. La idea de decorar el pueblo con rosas nació entre finales de los años 50 y principios de los 60, a partir de una iniciativa municipal. Los habitantes locales recibieron plantas de rosas para injertarlas cerca de sus casas.
La fiesta de las rosas
Bossolasco tiene orígenes antiguos. Aquí la vida discurre tranquilamente y las tradiciones locales se celebran con entusiasmo, especialmente durante las diversas fiestas que se celebran a lo largo del año. Cada año, en el mes de junio, se lleva a cabo la fiesta de la rosa. En esta ocasión, los visitantes podrán admirar las coloridas exhibiciones y participar en talleres de jardinería y botánica. Además, a cada mujer se le entrega una rosa.
Esta maravillosa flor es también protagonista de deliciosos platos presentes en “menú rosa”. Un aspecto que hace de Bossolasco un destino imperdible es también su gastronomía. La ciudad, de hecho, ofrece platos típicos de la tradición piamontesa. La producción de vino en la región circundante también es famosa. Los vinos de Langhe, en particular Barolo y Barbaresco, son apreciados internacionalmente y se pueden degustar en las distintas bodegas que salpican la zona.
El parque de las rosas antiguas y raras
En Bossolasco también se puede admirar el parque de rosas raras y antiguas. Esta avenida arbolada se extiende hasta lo que fue el foso del castillo de Balestrino y alberga rosas de diferentes tipos y colores. Esta zona, además de ser famosa por el buen vino, es tierra de trufas y avellanas. Bossolasco está rodeado de paisajes impresionantes, que incluyen colinas verdes, viñedos y bosques centenarios. Los amantes de la naturaleza pueden aprovechar las numerosas rutas de senderismo que conducen a vistas espectaculares. Caminando entre viñedos y olivares es posible descubrir la flora y fauna local, así como disfrutar de momentos de tranquilidad y reflexión inmersos en la naturaleza.
Elegido por artistas y escritores.
En los años 60, Bossolasco era un destino de vacaciones elegido por artistas y pintores que creaban y pintaban aquí carteles para las tiendas de la ciudad. Se inspiraron en el paisaje circundante con el objetivo de darle nueva vida al pueblo. Hoy en día, muchos de los carteles originales se conservan en el interior del ayuntamiento, mientras que algunos se exponen en la pared cercana a la plaza en la que se encuentra la iglesia parroquial. Después de la guerra, Bossolasco fue visitado por escritores como Italo Calvino, Mario Soldati, Giuseppe Ungaretti y Beppe Fenoglio. Ya sea admirando las rosas en flor, saboreando la cocina local o explorando la naturaleza circundante, Bossolasco ofrece una experiencia auténtica que permanecerá en el corazón de los visitantes.
(Foto: Bossolasco. Via delle rose, página de Facebook)
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