Chiara Ferragni siempre hace que la gente discuta. Dondequiera que diga este nombre, todos sabrán de quién está hablando. Cuenta con 18.5 millones de seguidores en Instagram. En 2016, Forbes la incluyó en la lista de las 30 personas de veinte años más influyentes del mundo. Ella ocupa el sexto lugar en la lista de las personas influyentes mejor pagadas del mundo, la única no estadounidense. Gana varios millones de euros al año. En el mundo de la moda, sus ojos azules marcaron la transición de la era analógica al mundo digital. Sus éxitos son indiscutibles.
Y, sin embargo, hay multitudes de italianos que se meten con ella. Estilistas, moda Operadores de la industria, periodistas, haters de todo tipo se pasan el día lanzándole odio. Hay filas de chicas que la desprecian. Y en muchas salas de estar su nombre está prohibido como la peste.
La razón es realmente muy simple.
El primer factor es que esta es la era del blanco y negro. No hay lugar para temperaturas cálidas. En la era social, lo que divide y crea facciones opuestas funciona. Ferragni ha tenido éxito desde el principio al encarnar un arquetipo amado por algunos, odiado por otros. Pero hay un segundo factor que explica por qué Chiara Ferragni tiene tantos enemigos. Y es envidia. La envidia es el demonio nacional, tan difícil de vencer. Quien logra hacer algo, sobre todo si viene de la provincia como Chiara, acaba abrumado por la envidia de todos los que hubieran querido hacer pero no lo han hecho. Italia está llena de sabelotodo sentado en el bar. O pegado en Facebook.
Felicitaciones a Chiara Ferragni
Pero la envidia no lleva a ninguna parte. Por eso vale la pena volver con los pies en la tierra y evaluar las cosas como están: Chiara Ferragni es una chica italiana que ha logrado obtener un indiscutible e impresionante comercial en el contexto de un mundo digitalizado. Puede que a uno le guste, pero puede que no. También recogió un legado muy importante en el mundo de moda, donde siguen estando los italianos protagonistas. Un homenaje, por tanto, a Chiara Ferragni, que supo ser una italiana de éxito en el complejo mundo contemporáneo.