En un momento tan particular e inseguro, cuando es crucial pensar en el futuro de manera alentadora, preguntamos a quienes tienen derecho tres consejos.
Ella es de Roma. Es autora de cine y televisión. Lucilla después de una carrera como concertista de piano, abandonó la música y la enseñanza para dedicarse a tiempo completo a su familia. En 2016, sin embargo, le diagnosticaron cáncer de mama y el evento la llevó a cuestionar cualquier elección de estilo de vida anterior. Le hace comprender que no estaba feliz. Comienza un camino de introspección y redención que la llevará a escribir: a plasmar en papel reflexiones sobre la vida y la felicidad. Escribir le da fuerzas para revolucionarse, para mirar a los ojos su enfermedad y combatirla. Lucilla se redescubre a sí misma como una nueva mujer. Soñadora y decidida, lanzó su primera novela en marzo de 2020, “Diario di un delirio” (Santelli Editore) inspirada en su historia de renacimiento. La enfermedad la ha ayudado a convertirse en lo que realmente es, a empezar de nuevo a seguir su nuevo ideal de felicidad. Todos los días, sin condiciones, sin demoras.
Escuche lo que tiene que decir su 'delirio existencial'
Cada uno de nosotros tiene un delirio. Cada uno de nosotros en un momento. En un segundo. Minuto. Ahora. Cada uno de nosotros tuvo su delirio. Ese engaño oculto. Esa parte de la pura locura, que para bien o para mal, va más allá de la vida cotidiana. Ese famoso lado oscuro siempre estudiado y analizado pero que, en mi opinión, nunca ha encontrado respuesta. Porque no hay respuesta. No solo se vive en la infancia. Es diferente a mezclar con mucho, mucho más. Es lo que nunca tuvimos el valor de sacar a relucir porque crecimos en un mecanismo que no nos permitía mirarlo desde el principio. Pero luego ... Estalla ... De repente, como una erupción y puede durar un segundo, un minuto, una hora. Pero también el resto de nuestras vidas. No se apresure a detenerlo, intente escucharlo.
Redescubrir el valor terapéutico de la escritura y el arte.
La escritura fue de suma importancia durante la enfermedad. Creo que el arte en todas sus formas expresivas es profundamente terapéutico. Cuando descubrí que me sentía mal como todos los demás, inicié un viaje psicológico personal: mi terapeuta me aconsejó que escribiera. Me ayudó mucho. Escribir nos permite bajar 'cara a cara' con nuestra esencia: nos hace adquirir una conciencia que muchas veces se nos escapa en la vida cotidiana. Es liberador y nos da la oportunidad de (re) ver el mundo desde una perspectiva nueva u olvidada. Intentalo.
Nunca dejes de evolucionar
Me gustaría animar a cada mujer a evolucionar, a redescubrirse a sí misma plena y verdaderamente, sin dejarse limitar por nadie y mucho menos por ella misma. Debemos sentirnos libres de expresarnos, en todos los ámbitos, incluso en el sexual. Todo el mundo tiene recursos y potencial que no deben desperdiciarse por ningún motivo en el mundo. No tenemos que esperar a que llegue una enfermedad para cuestionarnos. Tenemos que hacerlo todos los días y sobre todo no tener miedo de preguntarnos si somos felices, si la vida que estamos viviendo es coherente con lo que realmente somos. No debemos dejarnos condicionar por una sociedad siempre e inexorablemente centrada en los hombres y que sólo requeriría madres y esposas. Somos más, somos muchas cosas, en evolución, mil facetas que hay que expresar, no silenciar.