¡Deja de quejas! Dondequiera que vaya, encontrará personas que se quejan. “Hay demasiados impuestos”, “la burocracia mata”, “la política la hacen los incompetentes”… Por Dios, tal vez todo sea cierto. Pero siempre habrá una razón para quejarse. La verdadera elección es otra: ¿quiero ver las razones para quejarme o las razones para ser feliz? Si elige los motivos para quejarse, el mundo entero se filtrará a través de una lente de pesimismo. Si eliges la felicidad y no das por sentado las cosas bellas, todo se volverá más brillante. La decisión es tuya. Si eliges el optimismo, y ya son suficientes quejas, aquí tienes 7 ideas para estar feliz de ser italiano.
¡Deja de quejas! 7 razones para ser italianos felices
- Tenemos la barriga llena de cosas buenas. Italia es el país donde la gente come mejor en el mundo, con la mayor variedad de cocinas y platos. Si no está convencido, muévase a Escocia durante unos meses y luego hablaremos de ello.
- Tenemos los ojos llenos de cosas bonitas. Italia es la tierra de la belleza. En cualquier rincón del pueblo más pequeño hay un genio único en el mundo. Hay tantos lugares hermosos en la tierra. Pero, ¿hay uno como Italia?
- Tenemos oídos llenos de hermosos sonidos. El nuestro es el mas lenguaje armonioso en el mundo. Los que hablan italiano ya están cantando. Y el cantante no puede dejar de estar feliz. Y, además, nuestra música sigue siendo la mejor de la historia.
- Tenemos un cuerpo lleno de buenas emociones. Nuestras emociones tienen los colores del sol mediterráneo y los pinos de los Alpes. Muchas variaciones de un solo ritmo que hacen que valga la pena vivir la vida.
- Tenemos la cabeza llena de hermosos recuerdos. Nuestra historia es una epopeya de victorias y derrotas, pero cuenta el alma de un pueblo que solo puede estar orgulloso.
- Tenemos en los pulmones aire perfumado por la naturaleza. Si sales de la ciudad, estés donde estés, encontrarás una variedad natural que ningún país del mundo tiene. ¿No sería suficiente para ser feliz?
- Tenemos las manos llenas de imaginación. No todo el mundo se da cuenta, pero cuando un italiano empieza a crear, se convierte en el el mejor. En lugar de quejarse, sería mejor hacerlo. ¡Sin quejas!