"Donde termina el periodismo, comienza Fuocoammare". El informe de Hollywood
Este es quizás uno de los mejores juicios describe el documental filmado por Gianfranco Rosi "Fuocoammare". Estamos acostumbrados a ver el fenómeno de los migrantes bajo la luz aséptica de las noticias. Todos los días se actualiza el boletín de desembarcos en Lampedusa con el número de víctimas. Son cifras que ya no nos impactan, estamos acostumbrados. Es por ello que un atentado terrorista con una decena de víctimas en Europa tiene mucha más cobertura en los medios y la opinión pública que una masacre de cientos de muertos en el mar.
Fuocoammare despierta la conciencia dormida del público
La fuerza de este documental radica en su aliento. Fuocoammare no se filmó en unos días o semanas como un informe en profundidad normal. El director y su equipo vivieron en Lampedusa durante todo un año. Durante este tiempo la cámara entró en las casas de los isleños, relatando sus vidas. Vidas sencillas, para pescadores o niños, como la de Samuele Puccillo, que disfruta jugando como cualquier otro niño. Vive como las de Pippo Frangipane, que hace de DJ en una radio local y que, además de transmitir música, da información sobre avistamientos y rescates en el mar. O vive como el de Pietro Bartolo, el médico de la isla, el hombre que tiene que dar los primeros auxilios o averiguar la muerte de los migrantes.
La esperanza de la ficción y el despertar de la realidad
Fuocoammare disparó muy bien, con una hermosa fotografía. Por esta razón, el espectador a veces tiene la impresión de estar viendo una película. En estos momentos nos arrullamos casi inconscientemente en la secreta esperanza de que se trata de una obra de fantasía. Pero esta esperanza se hace añicos cuando se enmarcan las miradas de los migrantes. Parece aterrorizado, agotado. È es precisamente el contraste entre la vida cotidiana de los habitantes de la isla y la tragedia de estos migrantes lo que mueve los resortes más ocultos en el corazón de los espectadores. Después de ver Fuocoammare, el drama de los migrantes finalmente nos pertenecerá a todos.
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