En la piel: ¿que es el eccema?
Eccema: la piel se enrojece, se irrita, se forman ampollas que causan picazón severa.
Pero, ¿qué le pasa a nuestra piel?
Es el eccema: una patología que afecta al menos a uno de cada diez italianos, independientemente de la edad y el sexo. En realidad, el término incluye varias enfermedades, todas caracterizadas por un proceso inflamatorio de la piel, que puede presentarse de diversas formas.
¿Cuáles son las formas más comunes?
Dermatitis de contacto y la importancia de la prevención
Una de las formas más comunes de eccema es la dermatitis de contacto eccematosa que puede ser causada por una variedad de sustancias. Muchas mujeres, por ejemplo, desarrollan reacciones cutáneas a los tintes para el cabello que contienen una sustancia llamada parafenilendiamina o reacciones a pulseras, anillos, relojes o collares donde hay níquel.
Hoy en día la normativa europea es muy estricta para evitar este efecto alergénico, pero el riesgo no se ha eliminado por completo. Los tatuajes temporales de henna también son peligrosos.
Pero el espectro de sustancias que pueden provocar dermatitis de contacto también incluye encías, detergentes y sobre todo perfumes. Se utilizan en las más diversas preparaciones cosméticas, desde jabones hasta cremas. No solo. Este tipo de eccema también puede desencadenarse por la exposición al sol después del uso de ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios tópicos a base de ketoprofeno. Normalmente se utilizan para tratar lesiones menores o esguinces.
Y parece increíble pero incluso el agua, sobre todo si es "dura", puede provocar irritación de la piel.
Para combatir la dermatitis de contacto es fundamental evitar las sustancias que la provocan, tomando precauciones como el uso de guantes. Sin embargo, para reducir los riesgos, es importante conocer las sustancias que pueden desencadenar específicamente el eccema. Gracias a prueba de parche, prescrito por el dermatólogo, es posible comprender si hay reacciones anormales a las sustancias alergénicas.
Dermatitis atópica y posibles tratamientos.
También llamado eccema constitucional, es una enfermedad crónica debido a una predisposición genética que puede ocurrir incluso unos meses después del nacimiento. En los niños, afecta principalmente a la frente y el rostro. En los adultos, por el contrario, las zonas flexoras de brazos y piernas.
El eccema atópico se asocia con una mayor pérdida de agua a través de la piel, lo que produce sequedad y engrosamiento. No se recomienda utilizar detergentes que no sean demasiado desengrasantes y emolientes después del baño. También es bueno evitar, en la medida de lo posible, el frío y el viento y el contacto directo con tejidos sintéticos y lana. El sol, por otro lado, generalmente mejora la situación.
Esta enfermedad crónica puede resultar discapacitante para quienes la padecen de forma grave. Pero se puede curar. En el 80% de los casos, como todos los eccemas, tiende a mejorar con el tiempo.
El uso de antiinflamatorios, antagonistas de la cortisona y calcineurina es fundamental.
En las formas más graves, se pueden prescribir en el hospital terapias con esteroides, inmunosupresores, ciclosporina y tratamientos de fototerapia.