El castillo de Fumone, en la provincia de Frosinone, es uno de los lugares más fascinantes y misteriosos de Italia. De hecho, se sabe que la antigua fortaleza está perseguida por los fantasmas de personajes antiguos, al menos dieciocho años, que la han habitado a lo largo de los siglos.
Según la leyenda, el castillo, construido sobre un antiguo emplazamiento romano, fue escenario de numerosos acontecimientos, entre ellos el encarcelamiento de papas, cardenales y personajes ilustres. La mansión, principal fortaleza militar del Estado Pontificio del Bajo Lacio, sirvió durante más de 500 años como mirador.
La muerte de Celestino V y el milagro de la cruz
Construido entre los siglos IX y X, el castillo de Fumone es famoso sobre todo por haber sido la prisión del Papa Celestino V, tras su renuncia al trono papal. Aquí murió el 19 de mayo de 1296. Durante su agonía, en el interior de la mansión, ocurrió un hecho extraordinario: una cruz brillante apareció en la puerta de su celda y permaneció allí suspendida durante mucho tiempo.
Fue un verdadero milagro que contribuyó a acelerar su beatificación. Pero el castillo también es famoso porque alberga un extraordinario jardín colgante, el más alto de Europa, conocido como "La terraza de Ciociaria". Desde aquí se puede admirar toda la provincia de Frosinone.
Fenómenos inexplicables
El castillo de Fumone sigue despertando una gran fascinación entre los amantes de lo paranormal y los curiosos. Las visitas guiadas periódicas por la noche permiten a los visitantes explorar las salas oscuras y silenciosas, con la esperanza de descubrir el origen de los fenómenos inexplicables. Quienes se han aventurado dentro de la fortaleza informan de avistamientos fantasmales, ruidos extraños y sensaciones de frío repentino.
Algunos hablan de presencias invisibles que los rodean y los observan, otros hablan de voces que resuenan por los pasillos y de objetos que se mueven solos. Otros más afirman haber visto a una mujer vestida de blanco llorando desesperadamente; otros hablan de un jinete sin cabeza que deambula entre las habitaciones desiertas.
Hay historias de luces que se encienden solas, de objetos que desaparecen misteriosamente y se encuentran en otro lugar, de una pesada lámpara de araña de hierro forjado que se derrumbó durante una noche de verano sobre una mesa cubierta con vasos de cristal. Todos estos extraños fenómenos han contribuido a que el castillo de Fumone sea conocido como uno de los lugares más embrujados de Italia.
El pequeño Francesco Longhi
Dentro del castillo de Fumone hay habitaciones pintadas de un rojo que parece sangre. Cuenta la leyenda que muchos enemigos del poderoso local fueron enterrados vivos entre esos muros. Entre ellos, el antipapa francés Gregorio VIII, cuyo cuerpo nunca fue encontrado. Además, en el archivo noble, un secreter alberga el cuerpo de un niño cubierto de cera. Su nombre era Francesco Longhi, hijo de la marquesa Emilia Caetani Longhi.
Parece que el pequeño, que era el único heredero varón y el único beneficiario del patrimonio familiar, fue envenenado por las siete hermanas en la primera mitad del siglo XIX, cuando sólo tenía 5 años. Las jóvenes, para no perder su herencia, idearon un plan diabólico para deshacerse de él. Cuando la madre se enteró, quedó desconsolada y mandó embalsamar el cuerpecito de su hijo. Se dice que el fantasma de Francesco todavía deambula por los pasillos del castillo y que se pueden escuchar los sollozos de su inconsolable madre.
El Pozo de las Vírgenes
Al entrar en el castillo de Fumone, lo primero que se puede admirar es el "Pozo de las Vírgenes". Se dice que en este profundo y estrecho pozo se arrojaba a niñas no vírgenes. En aquellos días, basándose en una ley arcaica, el Ius primae nocturno, muy extendido en la Edad Media en los pueblos del campo, el señor de la ciudad tenía derecho pasar una noche (la primera) con los jóvenes que acababan de casarse.
Aquellos que él consideraba no vírgenes y, por tanto, impuros, eran arrojados bárbaramente al pozo. Sus gritos aún serían audibles en el silencio de la noche. En resumen, creas o no en los fantasmas, el Castillo de Fumone sigue siendo un lugar fascinante y misterioso, rico en historia y leyendas que siguen despertando emociones y curiosidad. Absolutamente no te lo puedes perder.
(Foto: Castello di Fumone, página de Facebook)
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