En el imaginario colectivo, desde los albores de los tiempos, los puentes han alimentado mitos y leyendas. Estas estructuras, diseminadas por todo el país, representan un vínculo con un pasado lejano. Por otro lado, siempre se ha asociado al diablo con estas construcciones que dan a los ríos que alguna vez fueron navegables. Seguimos volando Valle de Aosta para encender el foco en el "puente del diablo".
El puente del diablo
En el corazón del Valle de Aosta, así comienza nuestro viaje hacia la leyenda, el famoso puente del diablo resiste los elementos. Los peajes del tiempo están marcados exclusivamente por el suave susurro de las aguas de abajo. La construcción romana, presumiblemente, data de alrededor del 120 aC Según otra evidencia histórica, obviamente no comprobada, podría ubicarse en el 24 aC, hipótesis aún no decodificadas. El arco de más de 35 metros mira al río, y la extraordinaria altura de 25 metros crea una de las obras arquitectónicas más importantes de nuestro hermoso país.
La leyenda del puente del diablo
El Puente del Diablo, o mejor conocido como Pont-Saint-Martin, arrastra una anécdota llena de misterio del pasado. La tradición, fuertemente arraigada en el lugar, atribuye su construcción al diablo. La historia involucra a San Martino, obispo de Tours, bloqueado, durante una misión religiosa, por la fuerza del arroyo Lys. Una inundación, según las reconstrucciones, poco antes del paso del obispo, habría destruido el único camino del río, deteniendo la misión de los religiosos.
El pacto con el diablo
El diablo, según esta fascinante historia, propuso su ayuda al obispo. De hecho, decidió construir el puente para los religiosos, en una sola noche de trabajo con una especie de pacto demoníaco: la construcción a cambio del alma de la primera víctima que cruzaría la estructura. San Martino aceptó el pedido del diablo, pero se aseguró de que el primero en cruzar el camino del río no fuera una persona, sino un perro. El diablo golpeado con fuerza por esta inteligente operación desapareció para siempre del lugar.
El alma del perrito
Un trozo de pan en la base de esta estratagema elaborada por San Martino. El obispo, para no sacrificar el alma de una persona, planeó un plan de acción real, para salvar al perrito, por supuesto. Satanás, ridiculizado por la fuerte fe de San Martino, después de haber desatado rayos y fuego, abandonó por completo estos lugares escondidos en el Valle de Aosta. La estructura, ahora construida, permitió a los numerosos habitantes de la montaña tener un camino seguro para poder atravesar los valles.
La leyenda actual del puente del diablo
Este cuento evocador revive cada año en el carnaval de Pont-Saint-Martin. Las celebraciones, que evocan la historia, con verdaderos actores teatrales, terminan con una gran hoguera, justo debajo del arco principal del puente. La leyenda del puente del diablo es el mejor ejemplo de cómo una historia se mezcla con la realidad. Este extraordinario patrimonio, para todo el hermoso país, representa el alma de nuestra cultura.
Foto: página de Facebook "Pont Saint Martin"
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