En estos días sonó la primera campana para casi 9 millones de estudiantes italianos: los primeros en regresar a la escuela fueron los de la provincia de Bolzano, que iniciaron sus actividades el 5 de septiembre, seguidos por los de Piamonte, Campania, Italia. Friuli Venezia Giulia, Abruzzo, Trentino Alto Adige, Basilicata el día 11 de septiembre.
Los últimos fueron, en cambio, los estudiantes de Puglia, Toscana, Marcas, Lazio y Emilia Romagna el 15 de septiembre.
Sin embargo, hubo un tiempo, no muy lejano, en que el año escolar comenzaba para todos, año tras año, cada 1 de octubre. Era el año 1976 cuando sonó el timbre que por última vez marcó el inicio de la escuela en la madrugada del 1 de octubre.
Los niños que comenzaron su carrera escolar en el primer grado, vestidos con delantales y lazos monocromáticos útiles para anular cualquier diferencia social, fueron llamados "remigini", en honor a San Remigio, el santo que se celebra ese día.
Con la ley 517 del 4 de agosto de 1977 todo cambió: el Ministro de Educación Pública determinó que a partir de ese otoño el año escolar debía comenzar en una fecha entre el 10 y el 20 de septiembre y la última lección entre el 10 y el 30 de junio. Esta intervención dio a los estudiantes todo el mes de julio para las vacaciones, un mes que anteriormente se utilizaba en parte para la preparación de exámenes.
Aquel viernes 1 de octubre de 1976 sonó por última vez el timbre único. En ese momento no era obvio, pero entre las razas de los chicos con maletines bajo el brazo -aún las mochilas no estaban muy extendidas- y el susurro de delantales, también se respiraba un viento impetuoso de cambio, el paso de despedida de una fecha tradicional que ella nunca volvería.
En las últimas décadas alguien ha hecho la propuesta de volver al inicio del curso escolar el primer día de octubre, pero por razones de orden, económicas y, por último, pero no menos importantes, climáticas, nunca se ha hecho nada.