Gran Café Gambrinus. Nápoles, 1860. La ciudad está alborotada y llena de intelectuales y artistas. El empresario Vincenzo Apuzzo funda el recinto histórico literario. Los sombreros de copa y los carruajes cubren a la hermosa vía Chiaia, sede del Gran Caffè Gambrinus. Una historia llena de magia, encanto y sugerencias. Un cuento que habla de la hermosa ciudad de Nápoles, de ciantosos, de la Belle Époque y de ilustres personalidades. Una historia que narra cafés de concierto, grandes películas y la práctica del café suspendido.
Gran Caffè Gambrinus, pura magia
El Gran Caffè Gambrinus, desde su fundación, fue un gran éxito. Tras la gestión del fundador Apuzzo, se hizo cargo mario vaca. Este último confió la decoración interior al arquitecto Antonio Curri. Fueron llamados los grandes artistas impresionistas napolitanos como Migliaro, Scoppetta, Volpe, Postiglione, Pratella, Cocco, Fabron, Casciaro, Esposito, Irolli, Caprile y Chiarolanza. Muchos fueron intelectuales y artistas que a partir de Belle Époque frecuentaban el lugar.
Se cuenta de Gabriele D'annunzio, de sus poemas escritos en las mesas del Gan Caffè Gambrinus. De las frecuentaciones del ilustre Benedetto Croce, del inmenso Toto y Hermanos De Filippo. De los escritores Ernest Hemingway, Oscar Wilde y Jean Paul Sartre. Un lugar de encuentro, fuente de inspiración, pero también imprescindible. Aquí, en esta combinación de maravillas, también han pasado los distintos presidentes de la República: de Cossiga a Mattarella.
Cafè Chantant y la práctica del café suspendido
El Gran Caffè Gambrinus fue uno de los primeros lugares italianos en albergar el Café Chantant o Café Concierto. Música y café. Notas dulces para alegrar a comensales y mecenas y ... la figura de la sciantosa; el protagonista del café concert, el cantante que interpretó piezas y arias extraídas de óperas u operetas. (El término sciantosa es una distorsión de la palabra francesa cantante, es decir, cantante).
Aquí, además, el café suspendido. A partir de la segunda mitad del siglo XIX se inició la práctica que consiste en pagar un café y destinarlo a quienes no pueden comprarlo. La tradición se perpetúa y se renueva incluso hoy. Un poco de curiosidad: en la entrada del Gran Caffè Gambrinus hay una cafetera donde dejar los recibos de los cafés suspendidos. El eco de esta maravillosa iniciativa ha llegado a América, donde se emula y donde nacieron iniciativas similares.
Más info y curiosidades
El Gran Caffè Gambrinus ha sido escenario de algunas películas y series de televisión como Carrusel napolitano en 1954 de Ettore Giannini con la extraordinaria participación de Sophia Loren; las series Los bastardos de Pizzofalcone de Carlo Carlei, con Alessandro Gassman. El restaurante también aparece en el cómic maldito, precisamente en el número 160 (Sergio Bonelli Editore). Pudo presumir del título de "Proveedor de la Casa Real". Una tradición consolidada cuenta que el XNUMX de enero, el Presidente de la República Italiana acude al Gran Caffè Gambrinus para desayunar del año. los historiador local y la trova en Via Chiaia 1/2 (P.zza Trieste y Trento). No te lo pierdas