Hay más de un millón y medio de ciudadanos de religión musulmana que residen en Italia. Para ellos, por primera vez en 1400 años, las ya severas restricciones del Ramadán se sumarán a las nuevas restricciones globales impuestas por la pandemia de coronavirus. El mes que conmemora la primera revelación del Corán al Profeta empezó anoche y hoy es oficialmente el primer día de ayuno.
Ellos llaman Ramadán eclesiástico. Tiene algo nuevo en comparación con los que han marcado la historia de la creciente comunidad musulmana en nuestro territorio nacional. En Italia, de hecho, hay alrededor de 2,6 millones de fieles observadores, de los cuales el 40% son de origen marroquí, alrededor del 10% italianos, incluidos los ciudadanos adoptados, convertidos o de segunda generación. Para ellos un mes difícil debido al cierre de mezquitas, protagonistas absolutos de las celebraciones religiosas. La mezquita Al Wahid de Milán, una de las más reconocidas y activas de nuestro país, ya no recibe a sus fieles desde el 28 de febrero. Quedarse en casa es un deber que debe respetarse con extremo rigor.
Las mezquitas serán reemplazadas por muros domésticos. Los momentos en el hogar estarán marcados por un convivencia en el que lo virtual reinará supremo. Nada que ver con el compartir y la solidaridad que caracterizaba este rito religioso antes de la pandemia. La comunidad musulmana se perderá momentos de oración colectiva, lecturas del Corán, comidas compartidas. De hecho, el forma de rezar. Gracias a la web será posible acortar distancias y sentirse más unido incluso en este período de limitaciones. El sermón de oración del viernes se transmitirá en Facebook para llegar a todos los fieles en sus hogares. Y también se difundirán lecciones y momentos de reflexión colectiva en las redes sociales.
Al final del Ramadán no habráiftar colectivo, la gran comida que marca el final del ayuno. Los fieles musulmanes renunciarán a las conocidas mesas que durante años han acogido a personas solitarias y económicamente desfavorecidas. Uno de los cinco pilares fundamentales de la cultura islámica, el Zakat. El término designa el "espíritu caritativo" que hay en cada uno de nosotros. En el momento del Coronavirus, sin embargo, el altruismo se puede expresar a través de la recolección de alimentos.
En el mes de renunciar diariamente al agua y la comida, se intensificará la percepción de lo que realmente es el hambre. Rápido durante Covid-19, sin embargo, tiene algunas contraindicaciones. Para hacer sonar la alarma es la Organización Mundial de la Salud, que ha elaborado reglas estrictas directrices ser respetado. Se añaden a los ya recomendados por el Corán, que prohíbe el ayuno a las mujeres mayores, embarazadas o en período de lactancia.