Las cascadas del Rutor son uno de los rincones paisajísticos más sugerentes de la Val d'Aosta. Nacen de un arroyo alimentado por numerosos lagos cercanos al glaciar Rutor, el sexto en Italia, de donde las cascadas toman su nombre.
El Testa del Rutor (3486 m) se encuentra en Valgrisenche, un pequeño valle en la zona de Val d'Aosta caracterizado por muchos pequeños lagos. La Testa del Rutor es una especie de 'balcón privilegiado' desde donde la vista puede variar desde el Montblanc En el correo electrónico “Su Cuenta de Usuario en su Nuevo Sistema XNUMXCX”. Gran Paradiso y al Monte Rosa.
Las cascadas del Rutor, un magnífico espectáculo natural en los Alpes
Para admirar la belleza de este extraordinario paisaje naturalista se puede caminar por el sendero que desde La Joux lleva a Thuile. Entre el bosques de coníferas, luego de unos veinte minutos de caminata por el camino de mulas, se llega al mirador de la primera cascada a 1700 metros de altura.
Continúa por el bosque hasta llegar al Cabaña parcet (1,772 m). Luego continúe cuesta arriba por el sendero hasta llegar a la segunda cascada ubicada a 1,850 metros de altura. Después de algunas curvas cerradas, el excursionista también se encuentra frente a la tercera cascada. Cerca de un cruce que ofrece la posibilidad de llegar al Refugio Deffeyes (2.494 m) o desviándose hacia los lagos de Bellacomba.
Las cascadas del Rutor y el glaciar que las alimenta
El glaciar Rutor domina el valle y se puede admirar desde cualquier perspectiva. Con sus 8.4 kilómetros cuadrados, es el tercero más grande del Valle de Aosta después del Miage (10.6 km2) y el Lys (9.6 km2). El glaciar forma un gran casquete que desde la Testa del Rutor desciende a una altura de 2,500 metros, alimentando algunos lagos. Han pasado 150 años desde el repentino vaciado del Lago de Santa Margherita, que provocó la última inundación del pueblo de La Thuile.
En esa ocasión el frente del glaciar se retiró definitivamente de las orillas del lago en 1864. Desde entonces el lago ya no ha sido bloqueado por el hielo y las aguas del deshielo del Rutor han comenzado a fluir regularmente río abajo, generando el bello espectáculo del cascadas. Antiguamente, en el mes de julio, la población de La Thuile subía en procesión al glaciar para rezar y evitar otras posibles inundaciones.
Excursiones por bosques, caminos y vías fluviales.
Para el sábado 20 y el domingo 21 de julio habrá excursiones, una por el glaciar y otra por el Valgrisenche. Los dos días están organizados por Cai (Club alpino italiano). Por supuesto, el itinerario naturalista también incluye una parada en las cascadas de Rutor, que se encuentran entre las más hermosas de la región.
Tres impetuosos saltos de agua que se lanzan entre desfiladeros y precipicios, dando vida al dora del rutor. Aquellos que quieran disfrutar de una vista aún más impresionante pueden subir al puente de la tercera cascada, inaugurado en 2014, con motivo del 150 aniversario del nacimiento de la caídas. Los itinerarios de dos días incluyen rutas para adultos y también para niños.