Por lo general, entendemos por música la frecuencia melódica con la que nuestros sentidos interactúan en un intervalo de tiempo preciso, obteniendo de ella un placer general. Pero la música es ante todo terapia para el cuerpo que es objeto de sus vibraciones. El ritmo, con un fuerte agarre perceptivo, a menudo nos envuelve hasta el punto de tender, por inercia, a nuestros miembros a imitar sus pulsaciones. Un modo melódico lento también puede invitar a la relajación y relajación de los sentidos, atenuando el sistema nervioso, calmando el estado de ánimo. Es decir, beneficia incluso a la psique del oyente. Asimismo, es capaz de actuar activamente incluso sobre el feto. Veamos cómo.

Música durante el embarazo: efectos y beneficios

Dentro del útero, el feto lleva una vida activa y laboral casi regular. Actúa y percibe dentro de los límites que le permite su pequeño espacio vital durante el desarrollo. Mientras escucha música, el feto obtiene múltiples beneficios según la tipología estilística de las piezas musicales que actúan sobre ella. Al escucharla, la música actúa de forma auxiliar, contribuyendo al desarrollo psicofísico del feto. Algunas frecuencias protegen contra la ansiedad, la depresión o el insomnio; como esto pasaje, que parece ser capaz de actuar positivamente sobre la ansiedad. Y el feto es capaz de memorizar y reconocer los sonidos que propone la madre. ¿Reconocer? Exactamente. Una vez nacidos, algunos niños son capaces de reconocer cierta familiaridad musical en determinadas piezas, ya que estas se escucharon durante el período de gestación.

¿Qué importancia tiene la música clásica para el feto?

Escuchar música casual, para el feto, puede contribuir positivamente al desarrollo de la misma. Pero, ¿existe una corriente musical concreta que actúe de forma más introspectiva? Sí, y científicamente música clásica. La música clásica, gracias a sus frecuencias ordenadas y variables, calma inconscientemente el estado de ánimo de la madre y contribuye activamente al desarrollo cerebral del feto. Las piezas propuestas por los distintos institutos de musicología se refieren a los valses de Chopin y Schubert; las obras de Debussy y Brahms; también las cuatro estaciones de Vivaldi. Pero la escucha más recomendada durante el período de embarazo es la de Mozart.

Mozart durante el embarazo

Un estudio realizado por Donald Campbell, que estudia los efectos de la música mozartiana en el período del embarazo, comprueba cómo Mozart influye positivamente en el crecimiento durante la estancia en el útero. En primer lugar, está claro que escuchar algo de música de Mozart estimula el desarrollo de nuevas conexiones neuronales gracias a las simetrías y patrones recurrentes que las componen y que estimularían tanto el hemisferio derecho como el izquierdo; gracias a las simetrías y modelos propuestos en las partituras, estimulantes tanto para el hemisferio derecho como para el izquierdo.

Se recomienda escuchar música para el feto en relación con los distintos períodos del embarazo. En el primer período es recomendable escuchar piezas rítmicas que ayuden a la frecuencia cardíaca óptima tanto para la madre como para el niño; precisamente, se puede hacer referencia a este yendo Mozart. Para el segundo período, más relajante, recomendamos escuchar refranes como este, que ayudan a mantener un estado de calma. Finalmente, para el último período, canciones más animadas, como este.

El feto en la música: cuánto contribuye la música al embarazo última edición: 2016-12-08T07:44:49+01:00 da Carlos Festa

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