La Sicilia ve en el Clásico uno de sus momentos de máximo esplendor. Obras majestuosas y grandes personajes han caracterizado la historia de la isla durante el dominio griego y romano. Siracusaen particular es un verdadero cofre del tesoro al aire libre, como lo demuestran los numerosos sitios arqueológicos de la zona. Entre estos es imposible no mencionar el Latomia del paraíso, una antigua cantera de piedra que tiene una cueva en la que se esconde una curiosa leyenda: la oreja de dioniso.
Una oreja gigante para Siracusa
No muy lejos del centro de Siracusa se extiende el Parque arqueológico de Neapolis. Es una zona donde habitan hallazgos arqueológicos que datan de varias épocas, especialmente las griegas y romanas. Por tamaño e importancia, es uno de los sitios más relevantes del Mediterráneo, y corresponde solo a una pequeña parte de lo que una vez fue Siracusa.
En el interior también se encuentra una de las muchas latomias de Siracusa: la Latomia del Paradiso. Pero, ¿cuál era su función? Eran simples canteras de piedra utilizado precisamente para la extracción de diversos recursos, mediante el arduo trabajo de esclavos y prisioneros. Una vez finalizada la excavación, la cueva interna llegó convertido en una verdadera prisión. El de Neapolis es muy famoso sobre todo por la cavidad que se extiende a lo largo del muro norte: de hecho tiene la curiosa forma (y función) de una oreja gigante. Y no parece que la cosa se haya hecho por casualidad, todo lo contrario.
Intrigas y traiciones en la corte de Dionisio
Con una altura de 23 metros, un ancho que alcanza los 11 my una profundidad de más de 60 m, la Oreja de Dionisio siempre ha fascinado a turistas y espectadores. El nombre le fue dado por Michelangelo Merisien el arte Caravaggio, durante una de sus visitas en 1608 en compañía del historiador Vicente Mirabella. La forma de la cueva le recordó de inmediato a la de un oído humano, mientras que el trabajo se atribuyó al tirano. Dionisio.
Cuenta la leyenda que, dentro de esta cueva, el siracusano apresó a sus más fervientes oponentes. Y a través de un pequeño canal fue posible escuchar a escondidas todo lo que sucedió, acechando en la parte exterior y superior de la cavidad. Tarea facilitada por la conformación de los muros que permitieron (y aún permiten) para amplificar sonidos hasta 16 veces. Así fue como Dionisio frustró numerosos golpes de estado, intrigas y traiciones que se organizaron - sin darse cuenta - en la prisión.
Entre los presos más ilustres está el poeta Philoxenus, acusado de no poder apreciar las obras escritas por el propio Dionisio. Aquí Filosseno escribió una de sus obras más conocidas: El cíclope.
No hay información cierta sobre esta función de "espionaje" de Dionisio. Algunos historiadores creen que la oreja en realidad sirvió como efecto especial para el teatro griego, ubicado justo al lado de latomia. De hecho, la pequeña grieta se encuentra justo detrás de las gradas y, probablemente, fue utilizada durante las actuaciones por un coro que, cantando desde la cueva, dejó salir su voz detrás de la audiencia. Todo esto asombró a los espectadores, incapaces de identificar el origen de la canción que se acaba de escuchar.
Incluso hoy en día, se desconoce el uso exacto de esta pequeña maravilla de la ingeniería. Lo que sí sabemos es que, una vez dentro, es mejor no revelar tus secretos. Alguien podría escucharlos sin nuestro conocimiento ...