Un mes después del primer lanzamiento cósmico satisfactorio del Sputnik 1, el programa de exploración espacial soviético (organizado con motivo del cuadragésimo aniversario de la Revolución de Octubre) continuó con el intento de poner en órbita un ser vivo. Fue el 3 de noviembre de 1957, hace exactamente 60 años, cuando el Sputnik 2 partió del cosmódromo de Baikonur con el perrito Laika, la primera criatura viviente en ir al espacio.
El perro Laika, el primer ser vivo en el espacio
El perro tenía tres años y su nombre real era Kudrjavka (rizado en ruso), mientras que Laika significaba "pequeño ladrador". La cápsula en la que el perro emprendió el viaje de ida (para el pobre animal no estaba prevista la posibilidad de volver a la vida) estaba equipada con alimento para el sustento y con sensores útiles para medir la presión arterial, los latidos cardíacos y la frecuencia respiratoria.
Laika murió por diversas causas, desde el calor excesivo hasta el frío extremo, unas horas después del despegue, aunque la versión oficial de la hora afirmaba que el perro sobrevivió más de cuatro días.
Solo el primer animal en órbita
El perro Laika fue solo el primero de los muchos animales que a lo largo de los años se han enviado al espacio para probar las habilidades de supervivencia de una criatura fuera del planeta Tierra. En 1958 fue el turno de los monos Able, Miss Baker (en la foto) y Gordo, enviados en representación de los Estados Unidos de América. Un viaje a la órbita grupal, en cambio, fue el que organizó el gobierno soviético en el verano de 1960: viajaban a bordo del Sputnik 5 dos perritos, un conejo, cuarenta y dos ratones, dos ratas, moscas, plantas. y setas. Los gatos también empezaron a interesarse por estos viajes: el primer ejemplo fue en 1963 con la gatita francesa Félicette.
En esos años de exploración cósmica, la Unión Soviética estuvo en el centro de varios controversia sobre el uso de animales con fines científicos - además de Laika, de hecho, al menos otros 56 perros fueron enviados al espacio dentro del programa espacial soviético inaugurado con el satélite artificial Sputnik 1.
La batalla entre las estrellas estimuló aún más la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. En 1961 los soviéticos dieron el golpe que pareció ser decisivo con los viajes espaciales de Jurado Gagarin, primer hombre en órbita. Fue solo una ilusión: el 20 de julio de 1969, con el aterrizaje de Neil Armstrong en la luna, los estadounidenses cerraron la disputa espacial.