Es otoño, los árboles comienzan a despojarse, los paisajes se tiñen de nuevos colores. Los rojos, amarillos y naranjas son los protagonistas de esta época. En las ciudades, el crujir de las hojas caídas es la alfombra sonora de las aceras. En el aire Empieza a oler el olor a castañas asadas y los puestos de las ferias se llenan de calabazas. Y luego están los refranes italianos, los del otoño. Animan nuestro idioma en cualquier época del año pero es precisamente en esta temporada que encuentran su lugar de nacimiento.
Proverbios y frutas italianas
Entre los aspectos más fascinantes del verbo humano se encuentra el origen curioso, ya menudo oculto, de algunas expresiones. Cuántas veces se nos ha ocurrido decir cosas como: "¡Te metí en una castaña!". O exclamar: "¡Eso sí que tiene una calabaza vacía!". Y de nuevo: "Conviene sacar las castañas del fuego". Las clásicas frutas de otoño son las protagonistas de estos refranes italianos. ¿Pero cuál es su historia? Cuando atrapamos a alguien que está haciendo una broma, es natural para nosotros decir que lo hemos pillado en pocas palabras. La razón se encuentra en la palabra marrón, un término una vez extendido para indicar el fruto de la castaña. Pero otro significado también corresponde al mismo di error, error.
No es casualidad que alguna vez la gente dijera: "¡Te traje de marrón!". Luego hay otro dicho que tiene que ver con las castañas. Se utiliza en situaciones singulares. Por ejemplo, cuando te expones a ti mismo oa otros a un riesgo para aprovechar una determinada circunstancia. Y luego exclamamos un bonito: "¡Saca las castañas del fuego!". En esta ocasión es necesario hacer una incursión en el mundo de los cuentos de hadas para descubrir su significado. Jean De La Fontaine escribió sobre un mono que, atraído por el aroma de castañas asadas, le pidió al gato que retírelos del fuego. El gatito terminó quemándose la pata, para cumplir con el pedido. Luego están todos los aforismos sobre la calabaza que merecen una atención especial. Nuestro viaje al mundo de los refranes italianos de otoño continúa.
Tiempo de calabaza
Reina de una fiesta que tiene lugar en pleno otoño, la calabaza ya era protagonista de un pasado lejano. Hoy la gran fruta naranja nos hace pensar inmediatamente en Halloween. Pero no es necesario ir al extranjero para obtener más información. En cambio, podemos investigar cómodamente permaneciendo dentro de nuestro país. Los romanos, de hecho, usaban la calabaza como recipiente para esconder objetos de valor.
En el momento la sal era algo realmente precioso, tanto que se utiliza como moneda de cambio. ¿Y qué hacemos todavía con los objetos de valor hoy? Buscamos un escondite, una forma de mantenerlos. Lo mismo ocurrió con los romanos, cuya práctica consistía precisamente en poner la sal dentro de una calabaza vaciada de la pulpa. Podríamos definirlo una especie de caja fuerte de la antigüedad. Y es precisamente de este uso que derivan los refranes perennes. Entonces dijeron: "¡Ese no tiene sal en su calabaza!". O de nuevo: "¡Qué calabaza vacía!". No hace falta decir que el por qué se vuelve fácil de entender. Así como el contrario "Tener mucha sal en la calabaza", sinónimo de inteligencia y agudeza mental.