Se llama R1 y no es una reproducción de uno de los muchos robots que aparecen en Star Wars, sino el dron diseñado y construido por el Instituto Italiano de Tecnología en Génova, sección de robótica humanoide.
Presentado en la Maker Faire de Roma, R1 es un robot programado para brindar ayuda y asistencia.
R1: el asistente doméstico del mañana
El dron fabricado por los ingenieros del instituto genovés no es un robot para ser utilizado en misiones espaciales o para apoyar a los rescatistas involucrados en áreas de desastre. Su uso se referirá exclusivamente a la asistencia a personas mayores o personas con discapacidad. De hecho, ayudará en las tareas diarias al brindar apoyo en muchas actividades domésticas. Y lo hará con sus 28 motores que aseguran cientos de movimientos diferentes en total autonomía. También estará equipado con una membrana artificial que actuará como piel, permitiendo que el dron experimente la sensación del tacto.
De cinco y cinco pies de altura y con un peso de 50 kg, R1 es uno de los humanoides más avanzados jamás creados. También podrá estirarse otros 20 cm, así como los brazos otros 13 cm más. Estas variaciones le permitirán una asistencia completa en (casi) todas las situaciones.
Inteligencia artificial para apoyar a los necesitados
El objetivo de los ingenieros italianos era crear un dron capaz de ayudar a los más débiles en la vida cotidiana. Uno de los primeros "ladrillos" fue permitirle identificar cosas y personas. De hecho, R1 es capaz de reconocer objetos y seres humanos con solo mirarlos. También puede comprender e interpretar el lenguaje y actuar de forma independiente según la situación.
Todo ello gracias a su "cerebro" que contiene sensores de última generación, dos cámaras a color y un visor 3D. Una auténtica joya de la ingeniería que convierte a R1 en uno de los robots más complejos y avanzados hasta la fecha.
El arduo trabajo del Instituto Italiano de Tecnología
R1 no es el único robot fabricado por IIT. En 2009, el equipo genovés presentó iCub al público. Un robot androide que imita a un niño de siete años tanto en apariencia como en comportamiento. De hecho, su peculiaridad radica en la capacidad de aprender. ICub es un robot capaz de aprender, crecer y mejorar.
Como en una película de ciencia ficción, la robótica está alcanzando niveles nunca antes vistos. Tal como había predicho Asimov.
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