Tierra antigua y sugerente, la Mongolia es uno de los lugares más fascinantes del mundo. Entre montañas, desiertos y mil años de historia, la tierra de Genghis Khan es un destino popular para muchos viajeros. A los viajeros les gusta gabriele saluci o, como vamos a decirte, Roberto Landolina. Su hambre de aventuras lo impulsó a subirse a una bicicleta y recorrer todo el país. Los ingredientes? Una mochila, pedales y ganas de vivir una experiencia única.
De Novara a Mongolia
Roberto Landolina es un joven de 28 años de la provincia de Vercelli licenciado en Economía y Comercio. Este verano decidió planificar un viaje que ciertamente no es común: cruzar Mongolia solo en bicicleta. Más de 750 kilómetros, de los cuales 500 son por terreno accidentado. Porque en esa tierra lejana, el asfalto es un lujo que pocos pueden permitirse.
El viaje
Salida el 30 de agosto de Novara hacia la capital. Ulan Bator. Pero antes de ese plano hubo meses enteros de preparación, ansiedad, estrés e investigación continua sobre el camino ideal a seguir. También era necesario comprender el equipo adecuado para llevar, porque el peligro de arrastrar un equipaje demasiado pesado era real. Decisiones importantes, pero luego de una cuidadosa planificación, Roberto pudo comenzar esta aventura.
La primera parte del viaje no fue particularmente difícil. Esto es gracias a los numerosos centros urbanos cercanos y carreteras asfaltadas. Aquí no fue difícil encontrar alojamiento, provisiones y asistencia en caso de necesidad. Las dificultades surgieron cuando la bicicleta de Roberto tuvo que lidiar con tierra y tramos aislados. Barro, arena y rocas fueron solo algunos de los muchos bancos de pruebas a los que fue sometido el joven Vercelli.
Pero el verdadero enemigo fue, sin duda, el rango de temperatura. Durante el día podía superar los 35 grados, mientras que por la noche se acercaba a los -10. Las temperaturas ciertamente no son ideales si se encuentra armado solo con algunas mantas y una carpa. Afortunadamente para Roberto, Mongolia resultó ser frío solo en el clima. De hecho, la población local nunca ha negado un plato caliente y un refugio al viajero, lo que hace que todo sea más sencillo y fascinante.
Una aventura de alrededor de un mes que le permitió a Roberto Landolina descubrir los diferentes aspectos de esa misteriosa tierra. Desde los caóticos rascacielos de la capital hasta la naturaleza salvaje salpicada de pequeños asentamientos de pastores nómadas. Un viaje de mil matices aderezado por cielos nocturnos estrellados y vistas impresionantes. Todo documentado por fotos y por blog del propio Roberto donde es posible revivir, al menos en parte, su extraordinaria experiencia.
Los viajes de Roberto Landolina
No solo Mongolia, el joven viajero tiene varias experiencias en su plan de estudios. Entre los más importantes está el viaje en Islandia en el verano de 2014. También en ese caso Roberto apostó por una bicicleta sana y no contaminante. E incluso en ese caso fue una inmersión total con la madre naturaleza. 1500 kilómetros por tierra islandesa en compañía de una carpa, un mapa y una brújula para orientarte. Al igual que los exploradores de antaño. Un largo viaje que fue posible seguir con las transmisiones en vivo en la página de Facebook de la Universidad de Piedmont Oriental, que apoyó a Roberto desde el primer día.
En 2013 fue la cordillera en Córcega su destino. Doscientos kilómetros recorridos a pie en 14 días. Siempre con carpa y siempre solo. Porque para Roberto viajar solo es la mejor manera de medirse con el mundo y consigo mismo.
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