Altas temperaturas, bochornos, calor insoportable. Es la situación climática que estamos viviendo estos días y que pone a prueba nuestra resistencia y nuestro físico. En casos de verano caluroso, como el actual, es recomendable defender nuestro organismo incluso en la mesa con una alimentación adecuada. Esta es la sugerencia del profesor Marcellino Monda, director de Dietética y Medicina Deportiva de la Universidad de Campania 'Luigi Vanvitelli', quien relanza algunas reglas saludables para observar durante la temporada de verano.
Come bien cuando hace calor
“Manténgase bien hidratado bebiendo una cantidad adecuada de agua y bebidas con electrolitos balanceados. Además, el consumo de alimentos con alto contenido en agua, como frutas y verduras, también contribuye a la hidratación fisiológica.“. Por lo que el experto añade: “La relación entre la dieta y las altas temperaturas ambientales puede tener diversas implicaciones para el organismo y para el bienestar general. Las altas temperaturas provocan un aumento de la sudoración y una pérdida de agua y sales minerales –explica Monda– y, más precisamente, la sudoración en época de calor provoca la pérdida de electrolitos como el sodio, el potasio y el magnesio. Estos electrolitos son, entre otras cosas, esenciales para el correcto funcionamiento del sistema muscular y del sistema nervioso.
La reposición de electrolitos se puede lograr a través de comidas balanceadas que incluyan alimentos ricos en electrolitos sales minerales como, entre otros, plátanos, aguacates, hortalizas de hoja verde. Las bebidas específicas que utilizan los deportistas también pueden ser útiles”. El calor influye en el hambre y la saciedad, al respecto el profesor Monda reitera: “Cabe recalcar que las neuronas que controlan el hambre y la saciedad, así como las que regulan la temperatura corporal, se ubican en una misma estructura cerebral, representada por el hipotálamo. La sensación de hambre se reduce en época de calor y predomina el deseo de alimentos ligeros y refrescantes. Es importante escuchar las señales de tu cuerpo y elegir alimentos de fácil digestión que aporten pocas calorías y mucha agua, frutas y verduras en primer lugar". Además, si hace calor, necesitas ingerir menos calorías, ya que el cuerpo no necesita calentarse.
Comida ligera y refrescante
Por tanto, en verano la comida sirve para aportar los nutrientes adecuados, pero no hace falta la cuota calórica necesaria en invierno para combatir el frío. “No debemos olvidar –añade el experto– que el calor aumenta el riesgo de deterioro de la alimenticio. Es fundamental implementar técnicas adecuadas de manipulación y almacenamiento de alimentos para evitar el crecimiento de microorganismos, manteniendo en todo momento refrigerados los alimentos perecederos”. Finalmente, es necesario confiar en los expertos: “Es importante señalar que el calor induce importantes adaptaciones funcionales del organismo en relación con el sexo, la edad y las condiciones de salud. Se recomienda que solo se consulte a profesionales calificados para cualquier consejo nutricional, incluyendoadaptación a las altas temperaturas del verano".
(Textos fuente agencia Ansa)
Deja un comentario (0)