¿Cuánto han influido en su carrera profesional sus orígenes italianos y la cultura de su país?
Nací en Crotone, en Calabria, lugar donde tuve la suerte de vivir hasta la madurez. A los 7 años ya tocaba el piano y en verano mi familia y yo nos mudamos a una casa junto al mar. Fue allí donde percibí por primera vez el llamado del sonido de las olas, el mismo que arrullaba mis sueños.
En tu opinión, ¿Italia sigue siendo un país meritocrático en lo que a música se refiere? ¿Cuáles podrían ser los efectos secundarios de no tener gente de calidad en el mundo del espectáculo?
En Italia desde hace al menos una década se vive una profunda crisis musical a todos los niveles. El mundo de la comunicación y el achatamiento de la propuesta artística hicieron el resto. Muchos de mis amigos músicos de jazz italianos prefieren tocar en Francia o Alemania, donde seguramente hay un público más preparado y atento para recibirlos.
¿Sigue siendo popular la música italiana en el extranjero? En tu opinión, ¿qué peculiaridad la hace destacar en el panorama internacional y global?
Pues la melodía, la cantabilidad de los versos, ciertas construcciones armónicas, las bellas canciones al estilo italiano nunca mueren.
¿Sueñas con llevar tu música al extranjero? ¿Por qué?
De hecho, mi música viaja mucho al extranjero. Lo último envuelto en spotify me dijo que me escuchan en 176 países.
También has actuado en el extranjero. ¿Sigue siendo creíble la música italiana fuera de nuestro país?
Absolutamente sí. Especialmente composición de canciones, jazz y música clásica.
¿Cuáles fueron las principales dificultades que tuviste que superar para convertirte en un artista establecido en Italia?
Realicé un largo aprendizaje, partiendo del sur peninsular hacia finales de los años 70. He vivido en varias ciudades y he conocido a mucha gente jugando y viajando.
A los treinta años hice mi primer disco pero solo conseguí consolidarme con el Festival de Sanremo, en 2003 a los 42 años.
En tu opinión, ¿el mercado discográfico, las necesidades de los productores y los medios de comunicación corren el riesgo de empobrecer, reducir el talento, la expresividad y la espontaneidad del artista?
El mercado discográfico sigue la lógica empresarial, el papel del artista es ser él mismo y crear emociones.
Como artista, ¿cuáles son tus sueños aún en el cajón?
Fui un hombre afortunado, poco a poco todos mis sueños que tenía de niño poco a poco se fueron haciendo realidad y otros que se que vendrán…
Si pudieras hacer un dueto con un artista del pasado, ¿a quién elegirías y por qué? (italiano o extranjero)
Con Chet Baker (trompetista y cantante estadounidense de música jazz), por su especial talento, su sonido y su poesía.
En tu opinión, hoy en día, ¿hay todavía autores y/o compositores italianos que representen el verdadero "Made in Italy" o nuestras canciones también se están convirtiendo simplemente en un producto comercial para el uso y consumo de las modas?
Canciones inmortales nacieron en nuestro país en los años 60, desde “Volare” de Domenico Modugno hasta “Quando Quando Quando” de Tony Renis. Creo que musicalmente hablando el Made in Italy ya no existe hoy. Desde composiciones melódicas hasta estructuras armónicas, todo se convirtió en ritmo con estribillos parecidos a rimas infantiles. Somos hijos de un mundo globalizado y en consecuencia ha desaparecido la melodía y también el lenguaje, o más bien el canto de las palabras…
El maestro Jonathan Cilia Faro, quien la nominó, siempre ha defendido la importancia de la meritocracia y la filantropía en el campo de la música. ¿Quién es el cantante que más admiras en este momento y en qué crees que contribuye a dar prestigio a Italia?
El único embajador que me viene a la mente en este momento es Andrea Bocelli.
Hablando de meritocracia y filantropía, en tu opinión, entre los jóvenes artistas prometedores, ¿qué artista crees que merece poder emerger? ¿Por qué razón?
Adoro a Lizzy McAlpine, una joven cantautora estadounidense que aún no es conocida en Italia.
Siguiendo tu experiencia, en tu opinión, ¿es más fácil colaborar con otros artistas italianos o es más estimulante hacerlo con cantantes extranjeros?
No creo que haya una diferencia cuando se trata de cantantes. Al contrario, es mucho más estimulante cuando te encuentras con músicos de otros continentes, de otras etnias. La contaminación me parece fundamental, en mis publicaciones he colaborado con músicos africanos, indios, brasileños, cubanos... La música es un lenguaje universal que transmite compartir. En mi experiencia artística, doce álbumes como cantautor, veinte bandas sonoras, dos álbumes instrumentales de piano solo, siempre he tratado de involucrar a grandes almas musicales: de Toots Thielemans a Gal Costa, de Gino Paoli a Lucio Dalla, de Samuele Bersani a Ornella Vanoni.
Además de mis canciones, he grabado temas de Charles Trenet, Vinícius de Moraes, Joan Manuel Serrat, Paco Ibáñez, Luigi Tenco, Giorgio Gaber, Bruno Lauzi, Sergio Endrigo, así como la versión italiana de la película de animación de Disney "The La princesa y el sapo”, “La vida en Nueva Orleans” de Randy Newman.
En tu opinión, ¿cuáles son las principales características que debe tener un artista para establecerse en Italia? ¿Es suficiente el talento?
El talento ciertamente sí, pero el destino y la predisposición del carácter también juegan un papel fundamental.
¿Cuáles son sus planes para el futuro cercano?
Actualmente estoy enfocado en promocionar mi último disco "Una sola giorno" el cual contiene 13 temas inéditos con la valiosa colaboración de Roberto Kunstler quien escribió la letra. Una obra que cuenta los encuentros de toda una vida, las esperanzas y los sueños a veces destrozados por el paso del tiempo pero también cómo, en realidad, toda la existencia se remonta a un solo día: la sucesión de ese momento eterno que es el presente. .