La masacre de Capaci ha entrado por la fuerza en la historia contemporánea de nuestro país, y lo hizo teñiendo de rojo sangre un caluroso mayo de hace casi treinta años, pero parece que fue ayer.
Giovanni Falcone, su esposa Francesca Morvillo y los tres hombres de la escolta Vito Schifani, Rocco Dicillo y Antonio Montinaro murieron con 500 kilos de TNT en un túnel de la autopista A29 que conecta Palermo con Mazara del Vallo.
El mando a distancia que provocó la explosión fue Giovanni Brusca, pero el asesinato de Falcone fue decidido por la "cúpula", a la cabeza de la cual estaba Totò Riina.
Aquel 23 de mayo de 1992 se detuvo Italia, así como las retransmisiones televisivas que fueron interrumpidas para emitir ediciones extraordinarias debido a la terrible noticia. Era una tarde de sábado calurosa y soleada, ya las 17.58:XNUMX pm la terrible explosión del explosivo mató vidas sin piedad.
Poco después de aquel 23 de mayo, el 19 de julio de 1992, fue Paolo Borsellino quien explotó en Via D'Amelio junto a los cinco agentes de escolta Emanuela Loi, Agostino Catalano, Vincenzo Li Muli, Walter Eddie Cosina y Claudio Traina: dos masacres que conmocionaron y silenció a Italia dándole una bofetada.
La única "falta" de los dos magistrados fue la de nadar en un mar poblado de tiburones y sombras oscuras que también se arrastraban por y dentro de los juzgados y quizás también la de pertenecer a la "Piscina Antimafia", creada para investigar el agarre. del crimen organizado con epicentro en Sicilia.
El juicio por la masacre de Capaci terminó en 1997 con veinticuatro cadenas perpetuas para los hombres que se cree que son ejecutores e instigadores de la masacre, incluidos Riina y Provenzano. Luego estuvo el recurso y la Corte Suprema hasta 2008. Justo ese año, Gaspare Spatuzza, comenzó a colaborar, y de ahí nació un nuevo juicio, llamado “Capaci bis”.
Finalmente, en 2016 el tribunal de lo Penal de Caltanissetta condenó a cuatro de los cinco acusados de mafia en el juicio a la pena máxima.
Hoy en el punto donde se presionó el botón del control remoto hay una casa blanca, y en ella, con pintura azul está escrito "No a la mafia": una forma de exorcizar el mal con una inscripción que todos los que caminan por la carretera que conduce desde el aeropuerto “Falcone e Borsellino” de Palermo.
Sin embargo, esas masacres no doblegaron la conciencia nacional, que hoy vive brillantemente a través de miles de estudiantes.
En estos días, cerca de 70.000 estudiantes de toda Italia recuerdan a las víctimas de la mafia con la iniciativa #PalermoChiamaItalia.
También este año vuelven en Sicilia con el barco de la legalidad, que salió de Civitavecchia con muchos jóvenes a bordo con destino a Palermo, promovido por el Ministerio de Educación y el Fundación Falcone.
Luego de las celebraciones institucionales, las plazas y escuelas de Palermo gritarán "No" a la mafia juntas.
A la celebración oficial también asistirán Pietro Grasso y Giuseppe Ayala, jueces y testigos históricos del histórico juicio contra la Cosa Nostra instruido por Falcone y Borsellino, así como los familiares de las víctimas y los supervivientes de las masacres.
Se iniciará una procesión desde via D'Amelio, y la segunda desde la sala Bunker donde se llevaron a cabo las sentencias. Ambos se reunirán bajo el Árbol Falcone en via Notarbartolo, símbolo de vida y renacimiento continuo, donde vivió el magistrado, para celebrar el "Silencio" a las 17.58:XNUMX, hora fatídica de la masacre de Capaci.
Durante la tarde también se presentarán los proyectos de las “Universidades de la Legalidad” ya que las veintitrés universidades que han impulsado iniciativas para combatir las mafias no dan un paso atrás en este sentido. La jornada finalizará con una santa misa alrededor de las 19 horas en la Iglesia de San Domenico, recordando con una oración a las víctimas del crimen organizado y a todas las mafias, caídas durante tantos años. Finalmente, la celebración será seguida por un concierto de la banda de la Policía Estatal, en el Teatro Massimo de Palermo.