Esta pandemia está cambiando la forma en que nos relacionamos y nos comunicamos. Ahora que podemos encontrarnos con nuestros amigos y volver al trabajo, una de las preguntas que nos hacemos es cómo saludarnos. Entre compañeros, clientes, con conocidos que nos encontramos en el camino. Saludo Siempre ha sido la clave para acceder al universo de los demás, sea cual sea nuestro contexto de actuación.
En Italia, el tema fue estudiado por el Luiss universidad y otras cinco universidades asociadas (La Sapienza, Roma Tre, Macerata, Bellas Artes de Bolonia, Conservatorio de Sassari). Juntos, según un análisis documentado y en profundidad, idearon una nueva forma de ponerse en contacto con nosotros: el saludo de puercoespín.
El coronavirus nos ha convertido a todos en puercoespines. Deben protegerse para sobrevivir y al mismo tiempo respetar a los demás manteniendo la distancia correcta. Pero la cuestión es: neta de esta sacrosanta prudencia, ¿cómo podemos preservar la dimensión humana? ¿Toque humano?
El saludo del que hablamos se refiere a la fábula de Puercoespines de Schopenhauer de 1851, a la que debemos el mismo concepto filosófico de empatía. En una noche de invierno, dos puercoespines se apiñan para deformarse con calidez recíproca para no congelarse. Pero pronto cayeron las espinas. Y el dolor los obliga a separarse. Pero nuevamente el frío los asalta y nuevamente vuelven a acercarse, y luego nuevamente las espinas, luego el frío, y así sucesivamente, en una danza entre dos dolencias (y dos comodidades). Hasta que obtengan el distancia correcta juntos.
El saludo puercoespín en el momento de Coronavirus Cuenta que dos personas enfrentadas, a una distancia prudencial, se miran a los ojos y, como para brindar, acercan el brazo derecho y la palma de la mano y luego lo acercan nuevamente al corazón.
Mirar a la persona a los ojos nos libera, libera un forma de reconocimiento, calidez, y sobre todo humanidad. El saludo puercoespín lleva unos instantes más que el codo tocado al que se ha recurrido en estos días, y es bueno, aumenta la conciencia del gesto que estamos haciendo, su significado y su valor. Un nuevo código de comunicación que acompaña al reclamo Te veo, te escucho, estoy aquí, soy puercoespín a quien se dedica un tutorial y un canal de animación de YouTube.
Según Ángel Monoriti - profesor de negociación en Luiss, coordinador del estudio (y autor del video #BEHUMANAGAIN #Iosonoporcospino) junto con el psicoterapeuta María Rita Parsi - esta nueva forma de saludo es, en última instancia, una especie de activador mental común. Fue diseñado para resolver el especie de disonancia emocional que todos estamos experimentando para bien o para mal entre la urgencia de protección (del contagio) y la necesidad de humanidad inherente a nosotros. Pronto veremos en las calles cuánto será acogido.