El pasado 89 de noviembre, tras una larga enfermedad, Tina Anselmi falleció a los XNUMX años. Una mujer que ha dejado una huella imborrable en nuestro país.
Fue la primera mujer que ocupó el cargo de Ministra de la República. Nombrado en julio de 1976 titular del Departamento de Trabajo y Seguridad Social en un Gobierno presidido por Giulio Andreotti. Fue elegida varias veces parlamentaria de los demócratas cristianos.
El destino eligió a Tina
Tina no nació para estar en política. Fue empujado allí por una serie de tragedias. Hija de un ayudante de farmacia y propietaria de una taberna, nació en Castelfranco Veneto, en la provincia de Treviso, el 25 de marzo de 1927. Sus padres eran muy creyentes. Después de ella, tuvieron otras dos niñas y un niño, que lamentablemente murió cuando él tenía doce años.
La desaparición del hermano pequeño fue el primer drama, seguido unos años más tarde por la muerte de su padre. Por lo tanto, solo quedaron en la casa mujeres que tuvieron que aprender a valerse por sí mismas.
Tina asistió a los Magistrales de Bassano del Grappa y, después de la misa dominical, disfrutó de la puesta en escena de las novelas de Salgari con sus amigos del oratorio, reservándose el papel de la "Perla de Labuan", la novia de Sandokán.
El relé de resistencia
Una mañana, los nazi-fascistas la sacaron de la escuela con sus compañeros, obligándolos a presenciar el ahorcamiento de treinta y un jóvenes partisanos. Esa barbarie fue para ella como una llamada a las armas: se unió a la DC, que entonces era un partido clandestino y se convirtió en un Relé de resistencia. Bajo el nombre de "Gabriella", recorrió cientos de kilómetros en bicicleta.
Al final de la guerra, todo parecía volver a la normalidad: Anselmi tenía novio, estudiaba literatura, soñaba con ser maestra. Pero el deseo de luchar contra las injusticias no la había abandonado. Organizó la protesta de los "filandere", los trabajadores mal pagados de las fábricas textiles venecianas. No creía que estuviera haciendo un trabajo con eso. En cambio, el destino se interpuso nuevamente: su novio, un joven médico, enfermó de tuberculosis y tuvo que ser hospitalizado en un sanatorio. Tina le escribía todos los días. Cada vez que iba a verlo, lo encontraba más delgado, más frágil y más sufriente. Solo Faith le permitió superar su muerte. De ese amor perdido, solo quedó una fotografía. Nunca se enamoró de ningún otro hombre y, creyente como era, podría haber entrado en un convento pero en política.
Tina Anselmi: de partisana a "Madre de la Patria"
Tina, una dama de apariencia "común", con sus vestidos estampados y suéteres abotonados, permaneció en el Parlamento veinticuatro años seguidos. Fue sindicalista, luego directora de la Juventud Demócrata Cristiana y en 1968 diputada.
El día más extraordinario de su carrera fue el 29 de julio de 1976. Tina estaba en su casa en Roma, donde vivía en el apartamento de dos jóvenes de la Acción Católica. Estaba lavando los platos cuando Giulio andreotti la telefoneó para ofrecerle un Ministero: “Me convertí en ministro de Trabajo con guantes de goma goteando en el teléfono”, por eso le encantaba contar el episodio.
Posteriormente fue ministro de Salud, ayudó a aprobar la ley de "igualdad de oportunidades" y sobre todo fue presidente de la Comisión de Encuesta de la logia P2, papel difícil que la llevó a sufrir amenazas de muerte y vivir bajo vigilancia.
En 1992 se retiró pero los italianos no la habían olvidado. En 92 y 2006 se hizo un nombre como posible presidente de la República. Y el pasado mes de julio, en el 40 aniversario de su nombramiento como ministra, se le dedicó un sello postal, un honor generalmente reservado en vida solo a soberanos o jefes de estado.
Anselmi era una mujer normal que habría tenido una vida bastante normal. Pero el destino la empujó a ser excepcional: primero como partidista y luego como "Madre de la Patria".
http://www.uonna.it/tina-anselmi-gelli-p2.htm