Greccio, en la provincia de Rieti, es uno de los pueblos medievales más bellos y famosos de Italia. Aquí San Francisco de Asís fundó un santuario en el que creó el primer belén de la historia. Rodeada por las montañas Sabinas, la ciudad se encuentra en las laderas del Monte Lacerone, a 750 metros sobre el nivel del mar. Este lugar, rico en cultura y arte, revive antiguas tradiciones y folclore y redescubre sabores ancestrales.
Un poco de historia
Los orígenes de Greccio son muy antiguos. El pueblo fue fundado por una colonia de Grecia que huyó de la destrucción y las guerras y encontró aquí el lugar ideal para vivir. Por este motivo, el nombre de la ciudad fue originalmente Grecia, para luego convertirse en Grece, Grecce y finalmente Greccio, hacia 1720. En la Edad Media fue fortificada y, hoy en día, el antiguo pueblo aún conserva intacto todo su encanto, a pesar de las devastación y saqueo perpetrados por el emperador Federico II y el ejército napoleónico. A su alrededor, el magnífico paisaje natural cautiva a los visitantes, que no pueden evitar caminar por los fascinantes senderos que suben a través de los densos bosques. Uno de estos caminos conduce a Capilla que fue el primer refugio del pobre de Asís, cuando llegó a Greccio en 1209.
El castillo y las iglesias.
En Greccio, los signos del pasado son visibles en los restos del castillo fortificado, construido en el siglo XI, que originalmente estaba rodeado por murallas y seis torres. Hacia 1100, el castrum Greciae experimentó una fase de gran desarrollo demográfico y urbano, pero en 1242 fue destruido por las tropas de Federico II de Suabia. Del pazo quedan parte de la solería original y tres de las seis torres de la muralla medieval, una de las cuales fue transformada en campanario en el siglo XVII.
Justo al lado de esta torre se encuentra el iglesia de San Miguel Arcángel, que data del siglo XIV y se creó a partir de una parte del castillo. A pesar de haber sido destruida y reconstruida varias veces, conserva valiosas pinturas y frescos del siglo XVI. También es rico en estucos y decoraciones. iglesia de Santa María del Giglio, que domina la plaza a los pies del pueblo. En el centro histórico el “Camino de los Artistas”, junto al cual, utilizando la técnica del fresco, artistas de todo el mundo han representado episodios de la vida de San Francisco en las paredes de casas antiguas. La renovación de las antiguas fachadas de las casas que dan a la plaza, junto con una bella fuente del siglo XVI, enriquecen el patrimonio artístico del pueblo, garantizando su identidad histórica y cultural. Cerca del pueblo, se encuentra el Museo Internacional de Belenes, que alberga tesoros de arte y artesanía de renombrados artistas del arte de la natividad.
El Santuario y el belén
El Santuario de Greccio, construido por San Francisco, es uno de los testimonios más vívidos del pasado antiguo de Greccio. Un lugar de profunda espiritualidad, está asentado sobre la roca desnuda. El núcleo original del Santuario es la Capilla del Belén donde, según la tradición, San Francisco representó, por primera vez en la historia del cristianismo, el nacimiento de Jesús, en la noche de Navidad de 1223.
Esta tradición es mantenida viva por los habitantes de Greccio que, a partir de 1972, escenifican una recreación histórico-teatral de aquel belén. El belén de Greccio está formado por seis cuadros vivientes y participan numerosas personas ataviadas con trajes medievales. La representación se desarrolla en un anfiteatro artificial construido en una plaza frente al Santuario. Es una oportunidad única e imperdible que se repite anualmente en el período previo a Navidad y hasta el día de Reyes.
(Foto: Municipio de Greccio; Belén de Greccio, páginas de Facebook)
