Roghudi o viejo Rigudi es un pueblo fantasma en la provincia de Reggio Calabria, situado en la vertiente sur del Parque del Aspromonte, en el valle por donde desemboca el río Amendolara. Completamente deshabitada desde 1973, debido a fuertes inundaciones que la dejaron inutilizable, Roghudi se encuentra sobre un espolón rocoso, en una posición insegura, con las casas situadas al borde del precipicio. Perteneciente a una zona grecana, data del año 1500. La ciudad nueva se encuentra a 40 kilómetros del antiguo pueblo, famoso también por una serie de leyendas que lo rodean desde hace siglos.
La “Rocca tu Dracu”
Las leyendas de Roghudi tienen sus raíces en la antigüedad, cuando la ciudad estaba habitada por pastores y agricultores. El pueblo fantasma se enriquece con una aldea llamada ghorio, también abandonado. En este lugar hay un peñasco de forma particular, llamado "Rocca tu Dracu", o "Rocca del Drago". Según una leyenda, era la cabeza de un dragón la que guardaba un tesoro precioso.
Junto a esta roca, en la que están grabados dos círculos parecidos a dos ojos, hay otra con forma de grupas. La creencia popular sostiene que fueron las sectas “calderas de leche” o caddareddhi, lo que permitió al dragón alimentarse. Sólo un luchador valiente, capaz de sacrificar un bebé recién nacido, una cabra y un gato negro, podría hacerse con el tesoro. Nadie tuvo nunca el valor de desafiar al dragón porque se decía que cualquiera que se atreviera a acercarse a las rocas sería arrollado por una violenta ráfaga de viento y arrojado a las aguas del arroyo.
Las cuerdas para atar a los niños y la Anarade
Otra leyenda cuenta que se fijaron grandes clavos en las paredes exteriores de las antiguas casas de Roghudi y de ellos se colgaron cuerdas. Con ellos los niños eran atados por los tobillos para evitar caer desde los altos acantilados sobre los que estaba construido el pueblo. De hecho, han sido numerosos los casos en los que niños perdieron la vida y algunos afirman que aún hoy, por la noche, se pueden escuchar sus gritos elevándose desde los acantilados. Otra historia tiene como protagonistas Anarada, mujeres con pies en forma de zuecos que vivían en el cercano barrio de Ghalipo.
Durante el día vivían escondidos entre los acantilados, pero por la noche intentaban atraer a las mujeres del pueblo hacia el río para matarlas y aparearse con los hombres del pueblo. Para evitar esta amenaza, se construyeron tres puentes aún existentes, uno en "Plachi", otro en "Pizzipiruni" y otro en "Agriddhea". Las fascinantes leyendas de Roghudi son un patrimonio cultural que hay que preservar porque cuentan la historia y el alma de este lugar único, donde el tiempo se ha detenido.
(Foto: Roghudi Vecchio, página de Facebook)
