Con la muerte de Veronesi, la investigación sobre el cáncer en Italia queda huérfana, privada de un faro que la ha guiado durante mucho tiempo. Pero no es solo la investigación médica lo que está perdiendo a un padre. Umberto Veronesi siempre ha luchado contra el racismo, contra la guerra y el hambre en el mundo. Los derechos civiles y la medicina se han fusionado en una sola entidad gracias a la obra revolucionaria de este hombre. Y así nacieron en Italia grandes debates como los de la eutanasia, el testamento vital o el uso de células madre, pero también sobre las uniones homosexuales o la custodia de los hijos de personas del mismo sexo.
Veronesi, un laico que no temía a la muerte
La religión nació para responder a las grandes cuestiones de la existencia y para hacer soportable la idea de la muerte. Veronesi era un laico, pero siempre mantuvo que no temía el final de la vida. “No, la muerte no me asusta. Cuando era soldado salté sobre una mina y, a pesar de todas las estadísticas, sobreviví. Pasé meses en el hospital, me sometí a varias cirugías pero al final sobreviví y también con buena salud. Esto cambió mi vida, porque desde ese momento cada día vivido ha sido un día robado de lo que parecía un destino inevitable. Esta experiencia me dio fuerza, optimismo, serenidad y sobre todo una absoluta falta de miedo a la muerte ".
"Creo en la libertad, la justicia, la solidaridad y la tolerancia"
Este era el credo de Veronesi, su religión. A lo largo de su vida, este investigador luchó por aplicar el razonamiento científico para respaldar su tesis. En su testamento dejado a los médicos jóvenes, Veronesi anima a la nueva generación a ser dudosa y transgresora. El significado es salir del pensamiento común y estandarizado, razonar con la propia cabeza.
Veronesi dejó su legado al mundo entero
Por tanto, el legado de Veronesi va mucho más allá de las importantísimas innovaciones médicas que han llevado a Italia a ser un punto de referencia mundial para la lucha contra el cáncer. Lo que nos dejó es una idea de progreso por la que luchar. Lo importante no es lo impracticable que pueda parecer una idea, sino lo que haces para tratar de que suceda. Por tanto, la mejor forma de saludar a Umberto Veronesi es no escribir muchas palabras para realzar su figura en vida, sino continuar su lucha. En lugar de un funeral, debería haber una gran manifestación de derechos civiles en todo el mundo. Esta es la única forma de respetar su memoria y hacerlo verdaderamente inmortal.
“Después de la muerte ya no seremos nada, pero nuestras ideas permanecerán”. Umberto Veronesi
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