Blufi, el antiguo pueblo de Madonie considerado "la Holanda de Sicilia" por sus campos de tulipanes rojos. En primavera, cientos de miles de tulipanes rojos crecen silvestres en las extensiones que rodean la pequeña ciudad, que forma parte de la ciudad metropolitana de Palermo. Durante la temporada de primavera, por tanto, destacan entre los almendros y olivos unos pétalos rojos muy delicados. Un paisaje maravilloso alrededor del cual las montañas del madonie
Tulipanes rojos al pie de la Madonie
Los tulipanes rojos de Madonie florecen en la época del renacimiento. Sus extensiones y colores brillantes le han dado a la pequeña ciudad de Blufi el sobrenombre de 'pequeña Holanda' de Sicilia. La calidad es la del tulipán temprano o del tulipán Raddi. La peculiaridad de esta especie es que los bulbos tienen al menos 50 centímetros de profundidad y, por tanto, las flores resisten incluso al arar los campos.
Blufi, el país de los tulipanes de Sicilia
Blufi, se encuentra en el lado sur de Madonie y tiene unos cientos de habitantes. Lo más probable es que la etimología del nombre se derive del árabe; Por supuesto 'beluf'indicaría una planta típica de la península arábiga.
Hasta 1972, Blufi era una fracción del municipio de Petralia Soprana, un pueblo famoso entre los más bellos de Italia. los santuario de la Madonna dell'Olio, un destino de peregrinaje continuo. El campo de tulipanes más importante está río abajo del santuario. Las hermosas flores son el principal atractivo de Blufi, un espléndido pueblo que muchos están redescubriendo.
la leyenda
También circula una antigua leyenda sobre la maravillosa floración de tulipanes rojos en los campos al pie de la Madonie. La historia cuenta la historia de dos esposos jóvenes que no pudieron tener hijos. Los dos jóvenes amantes se dirigen luego al santuario de la Madonna dell'Olio, en un día de mayo, para encomendar sus oraciones a la Virgen. La pareja coloca unos tulipanes blancos en el altar que, milagrosamente frente a la efigie de la Virgen, se vuelven rojos.
Siempre de acuerdo con lo que le ha ido transmitiendo la tradición popular, luego de este extraordinario episodio, la joven finalmente descubre que está embarazada. En el mes de febrero siguiente la joven da a luz a mellizos y, pocas semanas después del nacimiento de los dos hijos, la pareja vuelve al santuario. Pero el lugar de culto está cerrado.
Los dos jóvenes padres saludan a la Virgen desde la puerta y, en cuanto se dan la vuelta, se dan cuenta de que tienen un inmenso campo de tulipanes rojos frente a ellos. Esas mismas flores dejadas en el altar en mes de mayo dedicada a la Virgen.