Día mundial contra la violencia contra las mujeres. Una cita importante para reiterar que se ha recorrido un largo camino pero se debe hacer mucho más para defender los derechos de las mujeres que aún sufren violencia y abusos de todo tipo. Un fenómeno que no concierne solo a algunos países sino a todo el planeta. Desde las naciones más pobres hasta las más ricas y avanzadas: en todas partes hay una mujer maltratada, maltratada, herida en cuerpo y alma.
Los hombres que aman a las mujeres y que no las matan se forman en la familia y también en la escuela. El papel formativo de las agencias educativas de nuestra sociedad es fundamental. El respeto por la mujer se enseña en casa y luego en la escuela. El problema debe abordarse con cursos educativos específicos y con iniciativas que involucren personalmente a los niños.
El día establecido por la ONU
El 25 de noviembre no es una fecha elegida al azar. En este día recordamos el terrible asesinato de tres hermanas Mirabal Ocurrió durante el régimen dominicano de Rafael Leonidas Trujillo en 1960. Las tres hermanas lucharon contra la dictadura que estaba destrozando su país y por ello fueron asesinadas. La ONU estableció el Día Internacional con la Resolución 54/134 del 17 de diciembre de 1999. La declaración adoptada por la Asamblea General de la ONU habla de "la violencia contra la mujer como uno de los mecanismos sociales cruciales por el cual las mujeres se ven obligadas a una posición subordinada a los hombres".
Violencia contra las mujeres: la pandemia ha empeorado las cosas
Desde principios de este año, el mundo se ha visto afectado por la emergencia pandémica. La propagación de infecciones durante meses ha estado limitando la libertad de la población mundial. Para muchas mujeres, quedarse en casa con su torturador se está convirtiendo en una tortura decididamente insoportable. De hecho, se ha comprobado que tras el primer cierre de primavera, ha aumentado la sangre en el hogar y los actos de violencia.
El último informe, elaborado por el Órgano de Vigilancia Permanente durante la emergencia del Coronavirus, destaca que desde finales de marzo se ha producido un aumento constante y paulatino de los denominados "delitos de espionaje" de violencia de género. Se trata de actos persecutorios, malos tratos y violencia sexual. Sin embargo, en Italia, el "código rojo" se introdujo en el Código Penal con el objetivo principal de detener la violencia de género y el fenómeno cada vez más inquietante del feminicidio. Pero, aparentemente, aquellos que están empeñados en brutalizar y matar no están asustados por la posible sentencia que se les va a cumplir.
# Mask1522
En este período de emergencia sanitaria, quienes necesitan ayuda pueden hacerlo asociando la mascarilla quirúrgica, que protege del virus, al número 1522 que combate la violencia. Aquellos que están relegados en casa y siguen siendo acosados por su pareja tienen la oportunidad de pedir ayuda a gritos. Aquellos en esta dificultad pueden pedir una mascarilla # 1522 en la farmacia: este es el código para pedir ayuda! El hashtag de este día internacional 2020, año de la pandemia, es por tanto # Mask1522.
Además, la conferencia Estado-Regiones ha destinado 28 millones de euros a ser destinados a centros y albergues contra la violencia. Se trata de medidas destinadas a todas las iniciativas regionales destinadas a combatir la violencia contra la mujer. La ministra de Igualdad de Oportunidades y Familia, Elena Bonetti, firmará en los próximos días el decreto que destinará los fondos para el año en curso a las regiones. Los 28 millones se suman a los 5,5 millones que ya se han destinado a financiar intervenciones urgentes a favor de albergues y centros antiviolencia tras la pandemia de Covid-19. Los recursos puestos a disposición de los servicios locales para 2020 ascienden, por tanto, a un total de 33,5 millones de euros.
Las cifras de violencia contra las mujeres
Según datos publicados por el Instituto de Investigación Eures, 3.344 mujeres fueron asesinadas en Italia entre 2000 y 31 de octubre de 2020. Los feminicidios que se acumularon y luego ocurrieron en el contexto familiar, en 2020, alcanzaron el porcentaje récord del 89 por ciento. En la mayoría de los casos, la principal causa de femicidio son los celos morbosos y cegadores del hombre que no se rinde al terminar la relación con la mujer. Las restricciones impuestas por el encierro también han exacerbado las situaciones de riña y conflicto ya existentes en las parejas. Malentendidos y desencuentros que, debido a la convivencia forzada, se han convertido en verdaderos cortocircuitos que han hecho estallar el ya precario equilibrio familiar.
Fragilidad y soledad
En este momento difícil de la pandemia, también ha aumentado el número de mujeres muertas debido a la incapacidad de una pareja para cuidar de su enfermedad. El porcentaje aumentó del 10,8 por ciento al 20,3 por ciento. Gestos extremos provocados por la fragilidad, la soledad y la ausencia de un apoyo socio-sanitario adecuado. El aumento de feminicidios-suicidios también es muy fuerte: el torturador primero mata al compañero que quiere dejarlo y luego se quita la vida. Esta dinámica, según datos estadísticos, se encontró en el 23 por ciento de los femicidios entre enero y octubre de 2019. Este porcentaje se elevó al 43,1 por ciento en los primeros 10 meses de 2020.
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