Producto promocional

Como cualquier electrodoméstico, el refrigerador tarde o temprano comenzará a mostrar signos de mal funcionamiento. Llegados a este punto hay que tomar una decisión: ¿es mejor reparar el electrodoméstico o es preferible comprar uno de los últimos modelos? Esta elección debe estar bien pensada y varía en función de toda una serie de factores que entran en juego al llegar a esta "encrucijada". Al analizar todas las alternativas posibles, no es improbable llegar a la conclusión de que reparar un frigorífico puede resultar más caro que comprar uno nuevo. Alguna centro de asistencia de electrodomésticos le puede dar consejos útiles al respecto.

¿Cuáles son los factores que determinan si vale la pena reparar el frigorífico o no? El primer paso es la evaluación compleja del aparato. ¿Es un frigorífico nuevo o viejo? ¿Cuál es el alcance de la falla? Reparar un modelo antiguo puede ser arriesgado porque las posibilidades de que siga teniendo nuevos defectos son altas. 

Si la falla es insignificante y, por lo tanto, solo afecta parcialmente la eficiencia del refrigerador, puede valer la pena repararlo. Si no es así, comprar un aparato nuevo (los modelos inteligentes son numerosos, son codiciados por la mayoría de los clientes y son cómodos de usar) es la solución ideal. 

Otro factor que influye en esta elección es la garantía: ¿está vigente o ha caducado? Comprar un frigorífico nuevo supone disfrutar de al menos dos años de garantía y por tanto de cobertura gratuita en caso de avería (algunos proveedores pueden ampliarla añadiendo una pequeña suma). La clase energética es un factor que no debe pasarse por alto, ya que representa un ahorro significativo (a largo plazo) en la factura. 

A menudo, los modelos más recientes de electrodomésticos tienen una clase energética muy alta. En este caso uno se pregunta si vale la pena mantener el modelo antiguo que tiene un mayor consumo en lugar de comprar un frigorífico nuevo con la garantía de ahorro en el consumo. Evaluar el costo de la reparación es el siguiente paso. 

Generalmente, un electrodoméstico no se puede reparar con el hágalo usted mismo, ya que el lego difícilmente sabrá por dónde empezar o evaluar qué pieza reemplazar y elaborar un presupuesto general. Si decide hacerlo usted mismo, la garantía actual es un elemento que no debe pasarse por alto: intentar reparar el frigorífico invalida la garantía. Otro factor que a menudo se pasa por alto es la denominada obsolescencia programada. 

Este es el rápido deterioro de los electrodomésticos después de que haya transcurrido la garantía (generalmente) de dos años. De esta forma, el comprador se verá obligado a sustituir los electrodomésticos (incluido el frigorífico) con una determinada frecuencia. La obsolescencia planificada es muy evidente en los dispositivos de alta tecnología, como los teléfonos móviles, que generalmente comienzan a hacer que los dos años pasen menos. 

Para que se produzca el tan temido deterioro del frigorífico, es necesario un buen y frecuente mantenimiento del aparato. Solo con esta estrategia será posible mantener la eficiencia del dispositivo. Es decir, cuidar los electrodomésticos y tratarlos con mimo es sinónimo de durabilidad, eficiencia y ahorro. 

¿Reparación de frigorífico o compra nueva? última edición: 2021-03-29T16:29:41+02:00 da Redacción

comentarios

Suscríbete
notificar
0 comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría tus pensamientos, por favor comenta.x