no sólo Costa Esmeralda, mar y calas: Cerdeña esconde tesoros extraordinarios. Simplemente aléjate de las rutas turísticas, y de los destinos más populares, para adentrarte en su naturaleza. Y para descubrir así huellas del pasado, como la imponente Templo de Antas.
Templo de Antas, historia y arquitectura
Poco lejos de Fluminimaggiore, donde se detuvieron cartagineses y romanos, atraídos por los depósitos de hierro y plomo, el Templo de Antas es un Templo púnico-romano dedicado al dios Paté de Sardusr. O mejor dicho: es su reconstrucción. El templo tal como lo vemos hoy en día fue reconstruido en piedra arenisca local en 1970, sobre la base original y tratando de imaginar cómo era esa estructura. LOS restos de los viejos tiempos Los púnicos, sin embargo, existen. Están ubicados debajo de los escalones que conducen al templo romano, y son realmente impresionantes teniendo en cuenta que el edificio se terminó a fines del siglo V a.C.
El templo romano, en cambio, fue construido por Augusto alrededor del 38 a. C. y luego renovado por Caracalla. El general lo descubrió en 1838. Albert La Marmora, pero no fue hasta 1967 que comenzaron los trabajos de reconstrucción que le dieron al templo el aspecto que vemos. Sus seis columnas tienen ocho metros de altura y están coronadas por capiteles jónicos. Un mosaico diseña el suelo de la celda central, a la que solo se podía acceder desde los laterales. El adyton, el área sagrada del templo, alberga dos grandes vasijas cuadradas que se utilizan para la purificación. Todo esto en una estructura de 20 metros de largo que sugiere la belleza del pasado.
Una zona arqueológica por descubrir
No solo está el Templo de Antas, en este rincón inusual de Cerdeña. Hay los restos de un pueblo nurágico construido entre 1200 y 900 a.C. y hay uno necrópolis nurágica descubierto en la década de XNUMX. Y luego el Canteras romanas, y un camino que conduce a una cueva donde, según los expertos, se practicaba el ritual del agua.
Se cree que la necrópolis, con sus tres tumbas profundas entre 35 y 68 cm, se remonta a principios de la Edad del Hierro: el tipo de pozos funerarios recuerda al de las montañas de Prama, cerca de Cabras, y es una rareza en la región. La aldea nurágica, en cambio, se remonta al 1200 a. C. Pero nadie la ha excavado nunca en profundidad. Definitivamente es un lugar para explorar, el Templo de Antas. Una idea para una tarde diferente, alejada de las playas y llena de historia. En veinte minutos de caminata, por ese sendero nurágico que ahora es un pequeño camino, se llega a en Mannau (según Touring Club, una de las diez cuevas más bellas de Italia). Por lo tanto, la explosión del pasado está completa. Y la magia indescriptible.
Foto destacada tomada de Wikipedia (créditos Beckstets - CC BY-SA 3.0)
¡Cerdeña es hermosa! ¡Tengo que conocerla!
👏💪