primer plano de fabio

Soy Fabio, tengo treinta y cinco años.

Soy técnico en radiología en el hospital Annunziata de Cosenza. Trabajo como compañeros sin gastar muchas palabras, en primera línea, cara a cara con el virus.

Vivo entre el trabajo y la casa.

Cuando salgo tengo miedo de abrir la puerta principal. Tengo miedo de contagiar a los míos, que son hoy mi vida y mi esperanza.

Es un mal sentimiento pensar que estás contagiando tu propia vida y esperanza, y luego por un trabajo que me parece tan necesario, tan importante para el bien de los demás.

¿Puede el bien de los demás ser realmente tan peligroso?

Soy del Sur y en el Sur me enseñaron que cuando hay una necesidad hay que ayudar. No preguntes, hazlo. Ayuda.

Así que en este período lo hago.

Sin embargo, hay algo bueno en estos días malos: entre compañeros nos hemos unido mucho. Nunca como antes. Y esta nueva unión más cómplice al final me hace amar aún más mi trabajo.

Primo Levi escribió que Amar el trabajo (que lamentablemente es privilegio de unos pocos) es la mejor aproximación concreta a la felicidad en la tierra.

Entonces tal vez soy un privilegiado. Y tal vez lo soy aproximándose a la felicidad. O a la tranquilidad al menos. Lo cual es un bien escaso en estos días.

Dejo que la música me ayude en esto. Especialmente de Vasco. Lo que quizás después de Primo Levi pueda parecer una referencia menos noble.

Pero él es mi verdadero terapeuta. En casa cuando regreso me tiro en la cama, cierro los ojos y escucho. De un respiro, desperdicio el día y me lleno de significado.

Ahí es cuando me doy cuenta de que, después de todo, tengo suerte. Pienso en los que no tienen trabajo o, peor aún, saben que probablemente lo perderán. 

Amar tu trabajo es amarte a ti mismo.

Y estoy agradecido por este amor hoy.

"Amar tu trabajo es amarte a ti mismo". Fabio última edición: 2020-05-21T17:00:00+02:00 da Redacción

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