Una réplica exacta en 3D del corazón de una persona, impresa gracias a un modelo robótico suave y flexible capaz de contraerse como el original. Un exitoso experimento cuyo resultado es publicado en la revista Science Robotics por un grupo de ingenieros de MIT (Mit) coordinado por Ellen T. Roche. El corazón 3D ayudará a los médicos a estudiar la anatomía y la función de los órganos de pacientes individuales, para que puedan adaptar tratamientos específicos.
El corazón en 3D
El primer autor del estudio es Luca Rosalía, un joven investigador de Catania que se formó entre Gran Bretaña, Singapur y Estados Unidos y que desarrolló el proyecto del corazón robótico mientras estaba encerrado en su habitación del campus universitario durante el confinamiento de marzo de 2020. El modelo robótico se crea a partir de las imágenes del órgano recogidas para fines de diagnóstico: estos se convierten en un modelo digital en la computadora que luego se imprime en 3D utilizando una tinta especial a base de polímeros.
De esta manera se obtiene una cubierta blanda y flexible que tiene la misma forma que el corazón del paciente. También se puede hacer lo mismo con la aorta, la arteria principal que transporta la sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Para simular la contracción, el corazón y la aorta impresos en 3D están revestidos con vainas, similares a los manguitos de los monitores de presión arterial. Están conectados a un sistema neumático con el que se introduce aire rítmicamente para inducir la contracción. La constricción también se puede ajustar para simular la estenosis aórtica. Según los investigadores del MIT, la replicación del corazón en 3D ayudará a los médicos a elegir el mejor modelo de válvula artificial para implantar en el futuro. También podría ser utilizado en laboratorios de investigación y por la industria biomédica como plataforma para probar nuevas terapias.
(Fuente: Melanie Gonick, MIT)
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