Craco es un encantador pueblo de Basílicata, situado sobre una colina a unos 400 metros sobre el nivel del mar. a 50 kilómetros de Matera, se encuentra abandonado desde 1963, cuando una serie de desprendimientos de tierra provocaron el derrumbe de las viviendas, obligando a los habitantes a abandonarlo para refugiarse en un pueblo cercano. Algunos de ellos, sin embargo, optaron por quedarse, a pesar de las enormes dificultades, pero la inundación de 1972 primero y el terremoto de 1980 después los obligaron a marcharse.
Desde entonces, Craco es un pueblo fantasma, apareciendo en su completa desolación entre las áridas y degradantes laderas de los barrancos. Ellos flotan a su alrededor leyendas misteriosas lo que aumenta aún más su innegable encanto, encantando a visitantes de todo el mundo.
Los orígenes
Craco fue fundada en el siglo VIII a. C. por los griegos. En el siglo X el pueblo estaba habitado por monjes bizantinos que se dedicaban a la agricultura. En la Edad Media se convirtió en una poderosa fortaleza local, debido a su posición estratégica, en lo alto de la colina, dominada por la torre normanda, que aún hoy se puede visitar. Sus antiguas calles pavimentadas, casas de piedra, patios internos y terrazas panorámicas ofrecen una visión de la vida cotidiana que parece suspendida en el tiempo.
El acceso al sitio se permite mediante un pase emitido por la administración municipal del nuevo municipio (Craco Peschiera). Los visitantes van acompañados de un guía autorizado y deben llevar casco protector.
Escenario de pelicula
Hoy en día, Craco es un espectáculo emocionante de edificios en ruinas que resisten el paso del tiempo. El pueblo ha sido utilizado como escenario de numerosas películas, entre ellas "La Pasión de Cristo" de Mel Gibson y "La Historia de la Natividad" de Catherine Hardwicke, que lo hicieron famoso en todo el mundo.
La atmósfera evocadora y melancólica de Craco captura la imaginación y despierta emociones contrastantes, desde la tristeza por la decadencia de la ciudad hasta el asombro por su belleza eterna. El pueblo ha sido incluido en la lista de sitios a proteger contra Fondo Mundial de Monumentos.
Encanto incontaminado
Craco conserva un encanto incontaminado que lo convierte en un lugar absolutamente imprescindible para visitar. Paseando por el centro histórico se puede admirar lo que queda del Iglesia Matriz de San Nicolás, del siglo XIV, que contiene el cuerpo momificado de un santo; El canzoniere, una antigua taberna regentada por una supuesta bruja; la Torre Normanda; las murallas medievales, los edificios nobles (Palazzo Maronna, Palazzo Carbone, Palazzo Grossi, Palazzo Simonetti); el Monasterio de San Pedro. El pueblo se ha convertido en uno de los símbolos de Basílicata, un destino ineludible para los amantes de la historia y de los paisajes naturales vírgenes y atemporales.
(Foto: Municipio de Craco, página de Facebook)
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