Santa Maria Maggiore es un pueblo mágico ubicado en el Valle de los Poetas, en Piedmont, entre Suiza y el lago Maggiore. El valle recibe este nombre por los numerosos artistas que nacieron aquí y por las maravillosas vistas que los inspiraron a crear famosas obras maestras. Es un lugar inmerso en la naturaleza, guardián de una antigua tradición a la que la población está muy apegada: la de los deshollinadores. Recorriendo la historia del lugar, se descubre, de hecho, que muchos de sus habitantes trabajaban como deshollinadores.
Hombres y niños que para sobrevivir han realizado con grandes sacrificios un trabajo muy duro y poco rentable. Un trabajo muy demandado porque en todas las casas había chimenea, que era la única fuente de calefacción durante la temporada de invierno. La profesión de deshollinador se hizo tan famosa que también fueron llamados a trabajar en países del norte de Europa.
Historia de una profesión antigua.
Santa Maria Maggiore (Verbano-Cusio-Ossola), a los pies de los Alpes Lepontinos, además de ser el pueblo más importante del valle, es también el punto de partida para descubrir el patrimonio naturalista, cultural y artístico de la zona. Desde 1500 se la llama la "ciudad de los deshollinadores". Así se desprende de algunos documentos históricos de la época, que hablan de este territorio utilizando el nombre de Kaminfeger Tal, o valle de los deshollinadores.
Muchos habitantes del valle emigraron a Milán, Francia o Flandes, pero la dureza del trabajo no permitió a ninguno de ellos hacer fortuna. Muchos niños, precisamente porque eran delgados y, por tanto, más aptos que los adultos para entrar en las chimeneas, eran explotados, mal pagados y obligados a vivir lejos de casa durante la temporada invernal. Muchos de los deshollinadores que emigraron regresaron luego a su país, donde construyeron sus casas.
El museo y el encuentro de deshollinadores
En Santa Maria Maggiore, en memoria de los deshollinadores del pasado, en los tejados de las casas y en los edificios históricos se pueden admirar varias instalaciones que representan a estas figuras tan queridas, aquí llamadas ruso. En el pueblo se encuentra el museo del deshollinador, ubicado en el parque de Villa Antonia. Inaugurado en agosto de 1983 y renovado en 2005, recorre toda la historia de este antiguo oficio. En la planta baja se exponen las herramientas y la ropa de los deshollinadores. En el primer piso hay un camino multisensorial, único en su tipo.
Aquí, el visitante, con unos auriculares, se identifica con la vida de los deshollinadores. En Santa Maria Maggiore también organizamos la Encuentro internacional de deshollinadores, que anualmente, en el mes de septiembre, acoge a miles de comerciantes de todo el mundo. El acto, de carácter muy folclórico, incluye un gran desfile por las calles del pueblo, muy seguido por turistas y curiosos.
(Foto: Museo del Deshollinador, página de Facebook)
